Según recoge el escrito del Ministerio Público, los hechos ocurrieron en el domicilio del acusado, situado en el partido judicial de Ribeira. El varón actuaba "con ánimo libidinoso" y "aprovechándose" de que las dos menores solían acudir a reuniones familiares, además de que pasaban tardes y noches allí por el trabajo de sus padres.
En el caso de la primera niña, desde que esta cumplió los nueve años y hasta los 11, el acusado "le realizaba tocamientos en su cuerpo", le sacaba la ropa y le lamía partes erógenas. Además, en ocasiones llegó a poner películas pornográficas delante de ella y la inducía a que le acariciase el pene mientras le besaba en la boca.
Entonces, siempre según el escrito de Fiscalía, le explicaba que eran "besos de película que se daban los hombres y las mujeres", que era "algo normal", que "a sus amigas también se lo hacían", que "todas pasan por esto" y que su padre "también se lo iba a hacer". Al tiempo, la intimidaba diciéndole que lo que no se dejase hacer "se lo haría a sus hermanas pequeñas".
El hombre también le ofrecía dinero e insinuaba que tenía 3.000 euros para ella. A raíz de estos hechos, la niña necesitó tratamiento psicológico, ya que sufrió angustia y le afectó a su esfera familiar y académica, asegura el Ministerio Público.
En el caso de la segunda víctima, desde que cumplió nueve años y hasta los 13, el encausado le realizaba "idénticos tocamientos" que a su hermana, llegó a "introducirle los dedos en la vagina mientras la inducía a que le tocara el pene" y en alguna ocasión le practicó "sexo oral", añade Fiscalía, que indica que también le ofreció 3.000 euros "si se dejaba hacer".
Estos hechos provocaron en la menor "miedo y angustia", además de que afectaron a su rendimiento escolar y su estado emocional "hasta el punto de autolesionarse en los brazos con una cuchilla". De hecho, necesitó ayuda psicológica y psiquiátrica debido a múltiples trastornos.
Por todo lo narrado, la Fiscalía solicita un total de 17 años y nueve meses de prisión para el hombre por dos delitos continuados de abusos sexuales -uno por cada víctima- y otro delito continuado de exhibicionismo y provocación sexual.
Además, se pide para él la prohibición de acercamiento a cualquier lugar en el que se hallen las niñas en una distancia de al menos 300 metros, así como de comunicación por cualquier medio -durante 15 años respecto a una menor y siete años a su hermana-; y se reclama el pago de 30.000 euros a cada víctima por daños morales.
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