García Garrido ha suscrito un convenio de colaboración con la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, según el cual el Consejo de Ministros acordará próximamente que esta línea sea servicio público, dado que la Junta la considera esencial para el desarrollo de la región, al menos hasta que el AVE llegue a Almería.

Aunque todavía deberá pasar el trámite del Consejo de Ministros y de la Comisión Europea, que deberá informar a las países miembros y a las compañías europeas de esta iniciativa, la Junta estima que en torno a fin de año se podrá viajar en avión entre esas dos ciudades andaluzas.

Una vez que se cumplan estos trámites, la línea saldrá concurso para los compañías que deseen operar, aunque casi con toda probabilidad será necesaria una segunda convocatoria, en la que ya la Junta aportaría 12 millones de euros en cuatro años para compensar el déficit de explotación que pudiera originar el servicio.

Hasta la llegada del AVE

Según el consejero, tras la firma del convenio, la ruta aérea tendrá una oferta de 60.000 plazas al año, es decir 30.000 por sentido, y que el precio del vuelo -solo ida- será de un máximo de 100 euros, si bien será la compañía adjudicataria la que finalmente fije la cuantía, siempre menor de esa cantidad.

La compañía deberá ofertar cuatro vuelos diarios -dos por sentido- de lunes a viernes y uno los fines de semana, así como disponer de aparatos de un mínimo de 50 plazas para un vuelo que duraría algo menos de una hora.

Se trata -ha agregado el consejero- de una apuesta nueva (sólo los archipiélagos tienen vuelos intracomunitarios) que la Junta está dispuesta a jugar por la obligación que tiene de "vertebrar" el territorio andaluz y "unir la realidad empresarial, cultural y cotidiana de dos ciudades importantes" de la región. Cuando el AVE llegue a Almería, la Junta estudiará la conveniencia de seguir manteniendo la línea aérea, ha subrayado el consejero.

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