Vivir sin hogar la noche más gélida en Madrid: entre la caridad, el Metro y los cartones

  • Personas sin hogar resisten el frío con la ayuda de vecinos y voluntarios
  • También hay disponibles albergues o el suburbano
Personas como Daniel se refugian estos días en estaciones de Metro habilitadas para protegerse de las bajas temperaturas.
Personas como Daniel se refugian estos días en estaciones de Metro habilitadas para protegerse de las bajas temperaturas.
Jorge Paris
Personas como Daniel se refugian estos días en estaciones de Metro habilitadas para protegerse de las bajas temperaturas.
Las personas sin hogar, los más vulnerables ante la ola de frío.
AGENCIA ATLAS

A las 8.15 horas Gerardo toma una bebida caliente en una cafetería próxima a la estación madrileña Diego de León. Abraza su cortado con las manos al descubierto. No lleva guantes y el termómetro marca 7 grados bajo cero, pero para este alemán lo peor ya ha pasado. "He dormido ahí", indica a una parroquia próxima. "Primero puse tres cartones debajo para que no entrase el frío y, después, me metí en dos sacos". Y enseña su macuto.

Lo cierto es que la noche del lunes ha sido la más gélida de los últimos casi 60 años. En algunas provincias de España los termómetros han llegado a marcar los 25 grados bajo cero. Es el caso de Teruel. En Ávila, las temperaturas descendían hasta los -16 ºC, en Valencia, a -15 ºC, y en ciertos puntos de la región madrileña, hasta los 14 grados bajo cero.

Gerardo venía escuchando los datos días atrás. Está informado gracias a una pequeña radio que lleva siempre consigo. Ni las advertencias de la Aemet han conseguido que acuda a un albergue. "Solo fui una vez y nunca más: hay mucha droga y roban; no es un sitio digno para mí", concluye.

El próximo febrero cumplirá medio siglo de vida... y seis meses en las calles. Trabajaba de temporero en Andalucía y se vino a Madrid antes de la pandemia. "Ahora me he quedado atrapado aquí porque sin el papel –salvoconducto– no me dejan viajar".

Desde entonces busca un cobijo distinto para pasar cada noche. "Así nadie sabe dónde estoy y no me roban", cuenta. Para Gerardo esta es la mejor opción. "Me han contado que ahora se puede dormir en el metro, en la Estación del Arte, ¿no?". Precisamente este es uno de los recursos que ha habilitado la Comunidad de Madrid para que Samur Social pueda atender a las personas sin techo durante la ola de frío. Desde el pasado sábado también están abiertas las estaciones de Latina, Ópera o Tirso de Molina para esta labor. Pero "¿de qué me sirve un sitio donde no puedo dormir? Para eso me voy a un cajero, prefiero el frío", insiste Gerardo.

Gerardo trabajaba de temporero en Andalucía y se vino a Madrid antes de la pandemia.
Gerardo trabajaba de temporero en Andalucía y se vino a Madrid antes de la pandemia.
Jorge París

A las 10.00 horas los voluntarios de la parroquia donde ha hecho noche comienzan a repartir desayunos. En el banco de enfrente se sienta Antonio. Tiene 77 años y, pese a haber pasado su infancia en la sierra de Granada, "nunca" ha visto "una nevada igual". También bromea, al tiempo que da sorbos al zumo. "Me da vergüenza que ese gorrión –mira al árbol– aguante el frío y yo no". Antonio tampoco quiere saber nada de los centros sociales aunque, a diferencia del alemán, él suele repetir ubicación. "He dormido en un zaguán cercano a la iglesia". Lo ha hecho bajo mantas y algún cartón que encontró. "Al principio las mantas estaban muy frías y, bueno, luego poco a poco he ido entrando en calor". Así relata la que ha sido su "noche más fría", pues la siguiente la pasará dentro de un saco que le acaban de regalar los voluntarios de la iglesia.

Antonio
Antonio tiene 77 años y creció en Granada.
Jorge París

La solidaridad se extiende a otros puntos de la ciudad. "Una vecina me regaló ayer tres mantas". Daniel, que ahora recorre las calles de Tribunal con su carrito, ha pasado la noche en los pasillos del suburbano en Banco de España. "Hacía mucho frío", señala el hombre de origen rumano.

Personas como Daniel se refugian estos días en estaciones de Metro habilitadas para protegerse de las bajas temperaturas.
Daniel se refugian estos días en estaciones de Metro.
Jorge Paris

Gerardo, Antonio y Daniel son solo tres de los cientos de personas sin hogar que pernoctan en las calles españolas en plena ola de frío. En Barcelona, hace tan solo dos días, fallecían dos personas sin hogar de 32 y 37 años a causa de una hipotermia. Desde las administraciones locales trabajan en ofrecer el mayor número de plazas posibles ampliando, por ejemplo, sus campañas del frío. En Madrid han habilitado plazas extra más allá de la red habitual y la campaña del frío. El total de plazas de alojamiento en Valencia, con la Operación Frío activa, asciende a más de 300: 192 en albergues, 40 en el nuevo albergue Ciutat Vella, 66 en viviendas y 41 en el Centro de Emergencias Climáticas.

En Sevilla, además de las 547 plazas de invierno, hay otras disponibles en hostales repartidos por toda la ciudad. En la capital catalana el Ayuntamiento ha habilitado 2.700 plazas en equipamientos municipales para acoger a personas sintecho, y con la ola de frío abrió 100 plazas más. La madrugada del martes solo estaban ocupadas 34, según fuentes municipales.

Una cola de personas sin hogar en una parroquia madrileña.
Una cola de personas sin hogar en una parroquia madrileña.
Jorge París
Mostrar comentarios

Códigos Descuento