La Cañada Real está situada a tan solo 15 kilómetros de la Puerta del Sol, sede del Gobierno regional. Sin embargo, la difícil realidad de muchos de sus vecinos había pasado a un segundo plano. No ha sido hasta que los sectores 5 y 6 han estado sin suministro eléctrico durante varios meses, un hecho que ha coincidido con la mayor nevada registrada desde hace años en Madrid, cuando la situación de sus habitantes ha vuelto a la arena mediática y política. Sin embargo, la falta de luz es la punta del iceberg de las desdichas que sufren esos vecinos. Mientras que desde el Comisionado del que depende el futuro de la Cañada defienden el trabajo realizado en este último año, al igual que hace el Ayuntamiento de Madrid, los vecinos denuncian el “abandono institucional” al que están sometidos. Una crítica a la que también se suma la oposición.

“El abandono de las instituciones ha sido constante”, denuncia, por ejemplo, Cristina Pozas, presidenta de la Asociación Vecinal Al Shorok-Amanecer. En una conversación con 20 Minutos, tacha de “aporofobia” la falta de interés desde las diferentes administraciones, de las que esperaba más coordinación. Y es que, una de las aristas de este problema es que las competencias están divididas entre la Comunidad de Madrid, los ayuntamientos de Madrid, Rivas-Vaciamadrid y Coslada y la Delegación del Gobierno. Todos ellos constituyeron un Comisionado desde el que se busca una solución que no sea uniforme porque la Cañada tampoco lo es. De 14 kilómetros de extensión, está dividida en sectores con diferentes poblaciones y también cuenta con diferentes tipos de viviendas.

Primera denuncia por la muerte de una persona sin luz en la Cañada Real

“Cuando el Ayuntamiento estaba gobernado por Manuela Carmena hubo un acercamiento importante que ahora falta”, expone Pozas. José Tortosa de la Iglesia, que fue nombrado comisionado para la Cañada Real en octubre de 2019 por la presidenta Isabel Díaz Ayuso, no cree lo mismo. “En el último año se le ha dado un importante impulso al pacto regional que firmaron todos los partidos hace años”, defiende antes de enumerar ciertas actuaciones que se han llevado a cabo para “mejorar la vida de los vecinos”. Entre otras, cita la retirada de un vertido “que llevaba años allí”, la llegada del servicio de Correos a los sectores 3, 4 y 5, la recuperación de hasta 50 parcelas o la instalación de 40 reductores de velocidad para impulsar la seguridad vial en la zona.

También destaca la reanudación de las ponencias urbanísticas para definir el futuro de los diferentes sectores y asegura que en el mes de junio se propone tener una propuesta que marque el desmantelamiento o la consolidación de los sectores 4 y 5 contando con la opinión de los vecinos. Ellos, que ven el plazo demasiado ajustado, piden que al menos el 5 se legalice. Es decir, que sus viviendas pasen a ser habitables y legales. “Llevamos tres años y medio para definir el futuro de los sectores 2 y el 3 (el primero se consolidará y el segundo, se desmantelará) que representan a un 30% de vecinos de la Cañada y se proponen ahora definir el futuro del otro 70% en seis meses”, expone, por su parte, Ángel García, presidente de la Asociación Vecinal del Sector 5.

Del futuro de los sectores 1 y 6 sí que no quedan dudas. Antes de firmar el pacto ya se acordó que el 1 permanecía y que el 6 debía ser desmantelado, aunque esto no se ha conseguido del todo en el tiempo acordado. Según recuerda Cuca Sánchez, concejala de Más Madrid, en mayo de 2018 se firmó un convenio para el realojo de hasta 350 familias que finalizaba en diciembre de 2019. “Se firmó una ampliación pero está parado”, denuncia.

Madrid y Rivas piden impulsar los realojos de la Cañada Real

El comisionado, sin embargo, defiende que la previsión fijaba el realojo de hasta 150 familias con un presupuesto de 18 millones de euros, aportados tanto por el Ayuntamiento de Madrid y por la Comunidad. “A 31 de diciembre de 2020”, explica, “se han tramitado 202 expedientes, se han adquirido 139 viviendas para realojar a los vecinos agotando todo el presupuesto, se han identificado 153 familias con derecho al realojo y se ha movido a 103”. Para las restantes, para las que se estudia ampliar el presupuesto para comprar más viviendas, se firmará un nuevo convenio con el que pretenden “cerrar” un tramo de hasta dos kilómetros y medio del sector 6. Aunque los vecinos temen que ese no sea el fin del desmantelamiento de ese sector, pues denuncian que se está permitiendo la llegada de nuevos clanes tanto a esa zona como al 5. 

“Están permitiendo que se degrade el sector 5 con la llegada de gente que lleva a cabo actividades delictivas”, indica García, que concluye: “Casualmente están coincidiendo en el tiempo la reactivación de las ponencias para definir el futuro de los sectores que faltan, la degradación del 5 y la reactivación de los planes urbanísticos cercanos a la Cañada real, como son los Berrocales”. La concejala de Más Madrid admite la “sospecha” porque, señala, con el desarrollo de esos planes urbanísticos “la Cañada se convierte en un problema”. El comisionado, en cambio, lo niega. “La seguridad del ámbito es competencia de la Delegación del Gobierno, que ha elaborado planes de choque que no se han traducido en apenas nada”, critica De la Iglesia.

El Ayuntamiento de Madrid, por su parte, se desentiende de esas “sospechas” y defiende su trabajo en el realojo y, también, tras el corte de luz de Naturgy, empresa que lo achaca a sobrecargas por plantaciones de marihuana en la cena. "Durante la ola de frío se habilitó un dispositivo de emergencia para ofrecer alojamiento durante la borrasca Filomena con dos puntos de acogida: en la Fábrica de Muebles y en la parroquia", señalan desde el Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento. Según sus cifras, dieron acogida cada noche a unas 20 personas, además del reparto de mantas y alimentos. Previo a la ola de frío, continúan, ofrecieron alojamiento alternativo a 17 familias especialmente vulnerables, de las cuales dos aceptaron.