En La Rioja hay más de 300 personas que trabajan en bingos, casinos y salas de juego, un sector que, a estas alturas, no sabe aún cuándo podrá volver a trabajar. Los trabajadores y trabajadoras del sector han denunciado la "falta de diálogo" del Gobierno regional que, hasta ahora, "se ha negado a hablar con los trabajadores a pesar de haber sido éste uno de los sectores que mejor ha adaptado los planes de salud y seguridad para proteger y transmitir confianza a trabajadores y clientes desde el primer momento de reapertura".

Los trabajadores recuerdan que "esta es una de las pocas actividades en las que se lleva un exhaustivo control sobre las personas que acceden a los locales, lo cual garantiza no sólo el control de aforo, sino también la trazabilidad en el hipotético caso de contagio", por lo que los trabajadores no entienden que el ejecutivo regional "les condene a permanecer cerrados". Por último Peñafiel considera que mantener las salas de juego de La Rioja cerradas puede fomentar un "turismo de juego" al País Vasco que "puede hacer perder unos ingresos muy valiosos en impuestos en estos momentos".