El consejo de administración de la empresa municipal de limpieza de Lorca, Limusa, acordó ayer el despido disciplinario de su hasta ahora director de servicios, Francisco Gil. A éste se le acusa de fraude y de realizar grabaciones clandestinas de conversaciones de los empleados.

"El despido se basa en hechos probados de incumplimiento del convenio colectivo, como abuso de confianza, violación del secreto de la correspondencia y documentos reservados de la empresa y abuso de autoridad", explicó ayer Melchor Morales, concejal de Empresas Municipales de Lorca (PP).

Desde el Ayuntamiento de Lorca se asegura que se ha demostrado que Francisco Gil percibía ayudas académicas para sus hijos superiores a las establecidas.

También, que autorizó facturas por 5.721 euros para pagar a una unión temporal de empresas de Sevilla que estaba disuelta en 2002.

Cobraba casi 8.000 euros al mes

Francisco Gil, director de Limusa, cobraba 8.000 euros al mes. Su salario incluía un plus de disponibilidad de 3.300 1. Cuando el PP llegó al poder en 2007, le quitó ese plus. Gil se cogió una baja (mientras duró cobró el salario íntegro) y denunció al Consistorio por acoso laboral y por bajarle el salario.

La semana pasada, el juez desestimó la acusación de acoso pero obligó al Consistorio a pagarle el plus. Después de la sentencia el Ayuntamiento le ha despedido.