A pesar de que parecía una opción complicada, finalmente el Vaticano ha ayudado a Gwen Stefani. Sí, tal cual. La artista californiana de 51 años podrá casarse por la Iglesia con su actual pareja, Blake Shelton, después de que un tribunal de la Santa Sede haya declarado nulo su matrimonio con Gavin Rossdale.

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La que fuera vocalista del grupo No Doubt y Rossdale, también músico, se separaron en 2015 tras 13 años casados. Él es el padre de sus tres hijos: Kingston James McGregor, Zuma Nesta Rock y Apollo Bowie Flynn, de 14, 12 y 6 años, respectivamente.

"Hemos decidido de mutuo acuerdo que no seremos más un matrimonio, nos mantendremos como socios en la paternidad y estamos comprometidos en criar a nuestro tres hijos en un ambiente feliz y saludable. Pedimos que se respete nuestra privacidad durante este tiempo", anunciaron en un comunicado.

Poco después de todo ello, Stefani comenzó una relación sentimental con su actual pareja, Blake Shelton, a quien conoció en 2014 siendo ambos jurado del programa The Voice (junto a Adam Levine y Pharrell Williams), y que el pasado octubre le proponía pasar por el altar y darse el "sí, quiero" con un anillo de medio millón de dólares. Sin embargo, el sueño de la cantante era casarse por la Iglesia, algo que no podía hacer hasta que su anterior matrimonio no fuera invalidado.

Ya había perdido la esperanza de que eso ocurriera, porque los trámites formales los comenzó en marzo de 2019, pero un tribunal eclesiástico ha declarado le ha dado la razón y en las próximas semanas recibirá toda la documentación necesaria.

"Ha supuesto todo un alivio para Gwen porque ella quiere que la boda la oficie su cura de confianza y que el enlace sea reconocido por la iglesia católica", ha explicado una fuente cercana a US Weekly. También es cierto que Stefani pensaba que Shelton ya no se atrevería a dar el paso de hacerle la proposición.

Es por ello que la felicidad de la cantante de éxitos como Hollaback Girl o The Sweet Escape (Closed Captioned) es tal que ha comenzado a organizar el gran día, que tendrá lugar en la capilla que quiere construir en su rancho de Oklahoma, aunque esperará a que pase la pandemia del coronavirus para que acudan una gran cantidad de sus amistades y familiares.