Ministro o candidato: el Parlament decide esta semana el futuro inmediato de Salvador Illa

Illa (PSC) apuesta por superar la "política de trincheras" en Cataluña
Illa (PSC) apuesta por superar la "política de trincheras" en Cataluña
Europa Press
Illa (PSC) apuesta por superar la "política de trincheras" en Cataluña

El futuro político de Salvador Illa se decide en Cataluña. No ya en las elecciones a la Generalitat, en la que los catalanes decidirán si le hacen o no president o en qué lugar queda el PSC. Antes de eso, la semana que viene el Parlmanent tendrá la última palabra sobre su futuro más próximo. El 15 de enero, los partidos catalanes decidirán allí si las elecciones convocadas para el 14 de febrero se vuelven a aplazar, en este caso debido a la pandemia, Es la señal que espera Moncloa para saber que su ministro 'estrella' no se quedará en el limbo, "descolgado", si deja Sanidad y los comicios vuelven a desaparecer del horizonte.

Illa repite una y otra vez que no dejará de ser ministro hasta que no empiece la campaña electoral en Cataluña. A pesar de las críticas desde los demás partidos por compaginar su puesto como ministro y su condición de candidato a la Generalitat, Illa se protege así de la posibilidad de que el 14 de febrero tampoco se celebren elecciones en Cataluña, como ocurrió en el pasado otoño.

Con los ojos puestos en aquella convocatoria electoral que al final no se produjo, para el mes de junio el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya preveía intercambiar al líder del PSC, Miquel Iceta, por Illa, algo que no fue necesario hacer tras el verano porque el expresident, Quim Torra, finalmente no convocó las elecciones.

El plan de Sánchez se movió a principios de año y Moncloa anunció en plenas Navidades que Illa sería el candidato para el 14-F. Llovieron las críticas y los reproches -que aún duran- desde la oposición por la negativa de Sánchez y de Illa a dar el relevo en Sanidad y el Parlament empezará a dar vía libre el viernes que viene a que cada vez esté más cerca la salida de Illa del Ministerio, donde todo apunta a que será sustituido por la ministra de Política Territorial, Carolina Darias.

El 15 de enero la Mesa de Partidos que se constituyó en el Parlament ante las elecciones se reunirá para estudiar si estas pueden celebrarse el 14 de febrero. Para ello, estudiarán un informe sobre la situación del coronavirus en Cataluña que elaborará la consellería de Salut de la Generalitat, que también recomendará "escenarios posibles" sobre cómo proceder.

Los expertos sanitarios consideraron que un mes antes del 14F ya podía hacerse un pronóstico de cómo evolucionaría la situación, aunque de momento, no se detecta entre los partidos una inclinación clara ni a mantener la fecha de las elecciones ni a aplazarla. 

Leve mejoría y guerras ajenas

Si la decisión es la de seguir adelante con las elecciones del 14 de febrero, la campaña empezará a finales de enero y será cuando Illa dejará Sanidad para "volver" a Cataluña, como dice la campaña del PSC. Entonces, se demostrará si la leve mejora que los sondeos que maneja el director del gabinete de Sánchez, Iván Redondo, predicen para el PSC al intercambiar a Iceta por Illa se convierten en realidad, también como consecuencia de una insólita situación de aislamiento, entre las 'guerras' cruzadas que libran entre ellos el resto de partidos.

Según se ve desde el Gobierno central, la designación de Illa como candidato no ha sido perjudicial, aunque tampoco se espera que le catapulte a la Generalitat. En realidad, los objetivos en Moncloa son más modestos y pasan por aumentar en 4 o 5 escaños los 17 diputados que hoy tiene el PSC en el Parlament. 

Con la actual fragmentación política en Cataluña, que se ampliará con las candidaturas del PDeCAT escindido de JxCAT y el nuevo Partido Nacionalista de Cataluña de Marta Pascal, la diferencia puede llevar al PSC a ser tercera fuerza y, si ERC se termina desvinculando de JxCAT, puede significar un gobierno conjunto, que no se descarta que sea de nuevo un tripartito, con los Comunes, o un cuatripartito, si el PDeCAT obtiene escaños. 

Por eso, desde Madrid se apunta como clave que los Comunes no sufran un varapalo como el de Podemos en Galicia y el País Vasco del año pasado y que los herederos de Convergencia entren en el Parlament.

Hasta entonces, y si las elecciones son finalmente en febrero, Illa desembarcará en Cataluña en un panorama que en el Ejecutivo se observa poco propicio para entrar cuerpo a cuerpo contra el ministro. Según este punto de vista, ERC está más ocupado en desbancar a JxCAT que en cargar contra Illa y el PSC, de la misma manera el que Ciudadanos anda más preocupado por no quedar arrinconado. En parte por el PP que, a su vez, trata de evitar el sorpasso de Vox. 

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