Javier llegó este miércoles a First dates confiado en que triunfaría en su velada en el restaurante de Cuatro, y desveló a los espectadores sus motivos: "Cuando salgo, tengo bastante éxito".

Carlos Sobera exclamó nada más verle que "tienes un aspecto de latin lover total", entonces el onubense confesó su secreto: "Llevo una prótesis –de pelo en la cabeza- y cuando llego a casa me la quito. Al salir me la vuelvo a poner con una cinta de doble cara".

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El presentador quiso saber qué tal le había ido en el amor y el organizador de eventos le narró un trágico suceso con una de sus parejas: "Cuando murió mi ex, la llamada que recibí fue un poco traumática".

"Discutimos un día, él se fue a Alicante y yo me quedé en Madrid. Al día siguiente me llamaron del tanatorio para ir a reconocer el cadáver", recordó Javier antes de conocer a su cita, Yhony.

El empresario de moda no dudó en presumir de seguidores en redes sociales: "Ahora tengo 113.000, algunos son por mi cuerpo, porque doy rutinas de ejercicios; y otros porque trabajo en una agencia de eventos con modelos".

Pero Yhony, nada más saludar a Javier, se dio cuenta de su secreto mejor guardado: "Tiene peluquín", comentó entre risas. "No sabía cómo decirle que se le notaba", añadió mientras charlaba con su cita en la barra del restaurante.

Ambos pasaron a la mesa para cenar e intentar que, pese al pelo postizo del onubense, la conversación y Cupido le ayudaran a conquistar al venezolano, ya que durante la velada surgieron algunos temas en común que apuntaron a un feliz desenlace.

Al final, Javier sí que quiso tener una segunda citan con Yhony porque "me ha parecido un chico muy divertido", pero el venezolano, en cambio, rechazó volverse a ver "para tener una relación porque no sentí mucha química con él".

El onubense le miró a los ojos y reconoció, visiblemente enfadado, que "no me lo esperaba, que quieres que diga", pero finalmente se despidieron y se fueron cada uno por su lado.