Los policías habían recibido informaciones sobre la venta de sustancias estupefacientes por parte de los encargados de un bar enfrente de la Playa de San Lorenzo.

Sobre este local ya se habían efectuado intervenciones policiales anteriores en las que se había confirmado la actividad ilícita y se había propuesto para sanción administrativa de cierre. En la noche de ayer los policías comprobaron la entrada y salida del local de clientes que se quedaban pocos minutos en el interior para pedir una botella de agua y salían a la calle.

Comprobaron que estas personas habían accedido al bar con el único propósito de comprar hachís que, según sus propias manifestaciones les había vendido el camarero que estaba al frente del negocio. Tras acreditar la venta ilícita e interceptar tres trozos de hachís a los clientes que entraban y salían del local, los policías detuvieron a la persona que se encontraba en la barra y que había sido el distribuidor de la sustancia ilícita.