La Ley de Dependencia no cuaja en Murcia. En la Región, 7.657 personas (34%) están recibiendo prestaciones, pese a que la Comunidad ha valorado y aprobado ya 22.351 solicitudes. O sea, dos de cada tres dependientes (66%) siguen sin recibir lo que les toca.

Los datos

Solicitudes.- Se han recibido 35.390 desde que se aprobó la Ley, en enero de 2007.

Valoradas.- 30.455.

Aprobadas.- 22.351.

Concedidas.- Solo la perciben 7.657 de los solicitantes.

Son datos del Instituto Murciano de Acción Social, difundidos por la diputada Dolores Hernández (PSOE).

Precisamente, esta semana se ha publicado el informe del Observatorio sobre la implantación de la Ley de Dependencia, que coloca a Murcia a la cola de España, entre otras cosas, porque aquí no se ha desarrollado la normativa que cada región tiene que redactar para aplicar la ley y porque los beneficiarios tardan hasta un año en recibir las ayudas.

En el País Vasco, los dependientes tardan seis meses en recibir las prestaciones de la Ley de Dependencia.

El Gobierno central, impulsor de la Ley de Dependencia, ha emitido un decreto que obliga a tramitar las peticiones en un máximo de seis meses.

Además, el PSOE denuncia que la Comunidad Autónoma «no facilita al Estado los datos reales de las solicitudes, ya según el Imserso, se han recibido 16.174 peticiones, cuando el Instituto Murciano de Acción Social maneja la cifra de 35.390 peticiones».

Murcia ha recibido en un año 22 millones de euros en ayudas de la Ley de Dependencia.

20minutos se puso ayer en contacto con la Consejería de Política Social y no consiguió que le diera una explicación.

Rosario Martínez. Tiene un hijo con el grado máximo

"No puedo ni ir a cenar, ni de viaje..."

Rosario Martínez vive en Alcantarilla y tiene 49 años. Tiene un hijo de 22 con una encefalopatía crónica, que lo convierte en dependiente de grado 3, nivel 2 (el máximo): «En mayo de 2007 tramité la solicitud de ayuda y me contestaron que no me la podían dar porque probablemente, la ayuda fuera incompatible con el centro privado al que va mi hijo de 9 a 17 h y que me cuesta 200 1 al mes. Alegué en febrero del año pasado. Aún no me han respondido». Rosario relata cómo es su vida: «Mi hijo depende al 100% de mí. Hay que bañarlo, lavarle los dientes... No lo puedo dejar solo porque no discierne las situaciones de peligro. Las ventanas de casa tienen llave, porque se puede tirar. Si me deja dormir, duermo, si me deja comer, como. Soy maestra pero nunca ejercí para cuidarlo. No puedo ir a cenar, ni de viaje. Ni siquiera puedo ir a Urgencias por la noche».