Cuando la crisis aprieta, muchos recurren a las creencias personales, basadas en costumbres y tradiciones, para capear el temporal. Es el caso de la Hermandad del Cristo de Burgos en Murcia, que este fin de semana celebra la festividad de San Lesmes, patrón de Burgos.

Uno de los actos centrales del día será el primer reparto de los roscos de San Lesmes, este sábado, a las 13.30 h, en la iglesia de San Nicolás, de Murcia. Según la tradición, estos panecillos deben colgarse en la cocina durante todo el año, y en caso de apuro económico, darle un mordisco.

Panecillos de San Antón

Pero esta no es la única tradición que relaciona el pan con la suerte. El pasado 17 de enero, en la murciana iglesia de San Antón se repartieron más de 100.000 panecillos, que también aseguran un año de prosperidad. Fueron un 25% más que en 2007, según los organizadores, por la crisis que desbordó la demanda.

En Murcia, la economía siempre ha estado relacionada con el agua. Por eso, desde hace siglos se ha recurrido a la Fuensanta para que lloviera y hubiera buenas cosechas.

La primera vez que la Morenica salió a la calle fue, según el escritor Antonio Galera, en 1640, en un período de terrible sequía. Ese día llovió. Desde entonces, la Fuensantica se convirtió en patrona de los murcianos y desbancó a la Arrixaca.

La campana de los conjuros

La catedral de Murcia es uno de los monumentos totémicos de la Región. Desde ella también se han realizado conjuros para evitar la mala suerte y las épocas de crisis. En concreto, una de las más famosas campanas del templo, más conocida como La Mora, se tañía para espantar la mala suerte, que venía en forma de riadas o sequías. Este nombre, según el profesor Javier García del Toro, viene de las extrañas inscripciones que tiene. En ella hay grabada una estrella de cinco puntas o pentáculo.