Muñoz ha llegado al aeropuerto acompañada de su marido y del hijo de éste,con los que pasaba unos días de vacaciones en Nueva Orleans cuandofueron sorprendidos por el huracán.

La diputada ha explicadocomo ha podido sobrevivir durante los dias quepasó en el Centro de Convenciones y como la necesidad de beber agua seconvirtió en su mayor problema, hasta el punto que "he descubierto queuna de las cosas más importantes de la vida es el agua".

A su llegada, Muñoz criticó la gestión de Estados Unidos. "Estamos muy contentos de estar aquí por fin,

ha sido horroroso",aseguró Muñoz a los medios de comunicación que se agolparon a sualrededor cuando llegaron al aeropuerto de El Prat, procedente deParís, donde su vuelo hizo escala.

La diputada narró toda su experiencia enla ciudad. "Llegamos a Nueva Orleans huyendo de Miami, que era dondeestábamos de vacaciones, precisamente por el Katrina, porque nosabíamos nada de que el huracán se acercaba a la ciudad", explicóMuñoz.

"Nada más llegar nos hicimos una foto en plan: Por fin estamos aquí", dijo, irónicamente.

"Ya en el aeropuerto nos dimos cuenta de que pasaba algo, porque había mucha gente yéndose, pero, como estábamos en vacaciones, pensamos que era normal", afirmó Muñoz, quien empezó a asustarse aquella misma noche.

"Vimos por la tele que el huracán adelantaba su paso por Nueva Orleansy llamamos a la compañía aérea". Aquella noche consiguieron adelantarel vuelo y su intención era salir para Barcelona la mañana del díasiguiente, pero tampoco lo consiguieron, ni ese día ni los siguientes.

Desde la noche en que pasó el huracán por la ciudad, "estábamos sinluz" y dos días después "cortaron el agua corriente". "Nos estábamosquedando sin dinero de tanto llamar fuera, para que nos ayudaran",añadió.

"Después del huracán, salimos a la calle, yhabía destrozos pero no estaba inundado, nuestra zona no se inundó",explicó Muñoz, que aquella misma mañana oyó que un hombre decía"tenemos que irnos, porque va a venir el agua y vamos a morir todos".Entonces se enteraron de que había centros de emergencia.

"Salimos corriendo con nuestras maletas hacia el Centro de Convenciones", afirmó.

Allí pasaron momentos angustiosos,

"la misma tarde en que entramos se oyó un ruido, parecía un disparoy la gente creyó que venía el agua, hubo una avalancha enorme, fuehorroroso", explicó la diputada, que recordó que "hacía mucho calor,había muchos mosquitos y pasamos mucha sed".

Mientras, en Nueva Orleans la situación sigue siendo crítica. Las autoridades de la ciudad están dispuestas a recurrir al

desalojo forzoso de los últimos damnificados del huracán Katrina que permanecen en la ciudad de Nueva Orleans, donde

ha habido cinco muertos por cólera.

Los

mosquitos que hanpicado los cadáveres pueden contagiar enfermedades y la ciudad no es unsitio seguro, según el decreto emitido por el alcalde, Ray Nagin.

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