Cristina Pedroche se ha convertido en el referente de la Nochevieja, en una tradición que arrasa en audiencias y que ya es parte del ritual de obligado cumplimiento. Nadie imagina un final de año sin la aparición estelar de la vallecana que, entregada al espectáculo, distrae a millones de espectadores con unos diseños que hacen de la fantasía una realidad.

En cada acontecimiento se supera gracias, en parte, a las manos prodigiosas del manchego Josie que pone el detalle que marca la diferencia. Sin miedo al riesgo, transforma sus ideas en unos atuendos únicos que son ya parte de la historia de la pequeña pantalla.

Junto a Chicote, con el que la relación no es precisamente buena, forma una de las parejas que mejor funciona en un día en el que el consumo televisivo se desborda como quien busca un sueño por alcanzar. La seriedad e incomodidad de él encaja perfectamente con la soltura y el desparpajo de ella.

David Muñoz está "más bueno" que Cristina Pedroche con su último vestido de Nochevieja... o eso piensa ella

Irreverente y directa, el éxito de Pedroche proviene precisamente de una naturalidad que traspasó las cámaras de la televisión cuando Cristina ejercía de reportera en el programa Sé lo que hicisteis... por el que fichó para sustituir a una todavía novel Pilar Rubio.

Los directivos de La Sexta quedaron tan impresionados con sus dotes que pronto le dieron la posibilidad de incorporarse como colaboradora de aquel inolvidable show que Florentino Fernández defendió en Neox y que fue, sin ningún género de dudas, su explosión profesional. Su fama creció tan rápidamente que los principales anunciantes vieron en ella el reclamo perfecto para hacer crecer sus ventas.

Pedroche pasó de ser una secundaria brillante a la presentadora revelación. Con Zapeando y Pekín Express llegó al Olimpo de las diosas y desde allí ejerció también como actriz en series de gran audiencia como Aída o La que se avecina.

Pero Cristina no solamente es una de las mujeres más bellas de la pequeña pantalla, sino que también está sobradamente preparada. De origen muy humilde, pues su madre limpiaba colegios en Vallecas, consiguió licenciarse en Administración y Dirección de Empresas y diplomarse en Turismo.

A pesar de la evidente presencia en los medios de comunicación, Cristina ha sabido mantener la discreción en sus asuntos más íntimos. Con romances nunca confirmados con deportistas de primer nivel, sí se le emparejó con Miguel Torres, novio actual de Paula Echevarría o el futbolista Manucho. No han sido los únicos famosos con los que ha compartido proyectos e ilusiones. El humorista Dani Martínez, el presentador Juanra Bonet o el actor Adrián Lastra son solo algunas de sus muchas conquistas con las que, eso sí, se ha dejado fotografiar en contadas ocasiones.

De lo que no cabe duda es que su relación con el cocinero Dabiz Muñoz es su mayor logro en lo personal. Junto a él descubrió no solo que el amor podía llevar delantal, sino que también le podía servir para explorar nuevos terrenos. Así fue como decidió aceptar ser socia y/o colaboradora en algunos de los proyectos profesionales del chef.

Para Daviz, Cristina, a la que conoció cuando se estaba separando de su mujer, fue un estímulo en uno de los momentos más complicados de su vida y algo parecido a un Pigmalión, ayudando y fortaleciendo ese talento que le ha llevado a gobernar los fogones de medio mundo. Juntos forman un equipo aparentemente indestructible que ha sorteado dificultades diversas. Ni siquiera los problemas que han tenido recientemente con sus restaurantes han conseguido alejarles.

En octubre de 2015, sin haber cumplido el primer año de noviazgo, contrajeron matrimonio en un enlace íntimo y secreto en su casa y con la presencia de un notario. Ambos dieron el sí quiero vestidos con zapatillas, vaqueros y sobre la mesa no faltó una bufanda del rayo Vallecano, club del que son confesos forofos.