Después de la comida es habitual que se produzca un incremento de los gases en el sistema digestivo ya que es una de las fases del proceso de digestión. Por ello, tener flatulencias o eructos también es común. Sin embargo, en muchas ocasiones la presencia de gas provoca dolor y otros síntomas asociados "si estos están atrapados o no se mueven con facilidad a través del sistema digestivo", destacan los expertos de Mayo Clinic.
Estos síntomas son conocidos como "meteorismo" y suceden por "un exceso de aire intestinal o por un aumento de la sensibilidad del intestino al gas", añaden en la Fundación Española del Aparato Digestivo. Este gas proviene de los alimentos que comemos o de cómo lo hacemos, así como de "la fermentación en el colon o del paso de determinados gases desde la sangre al intestino".
¿Cómo tiene que ser la alimentación?
Pero, ¿cómo se manifiestan? A través de calambres o dolor en el abdomen, sensación de saciedad, distensión, eructos o acidez, entre otros. ¿Y cuáles son las causas? El meteorismo puede resultar ser una manifestación de otras afecciones, como "las intolerancias a algunos alimentos, las alteraciones en la flora bacteriana habitual del colon o algunos tipos de síndrome de intestino irritable", entre otras. Además, en algunos casos pueden estar provocados por un exceso de la ingesta de aire al comer demasiado rápido o en circunsancias de estrés.
Para tratar de aliviar las molestias generadas por los gases, lo primero que hay que hacer es adoptar una serie de hábitos saludables como mantener una alimentación equilibrada, evitando determinados alimentos y bebidas, así como practicar deporte y técnicas para manejar el estrés.
Respecto a la alimentación, los cambios en la dieta pueden reducir la cantidad de gases y los síntomas. Por ello, los especialistas de Mayo Clinic aconsejan seguir las siguientes pautas:
- Reducir el consumo de alimentos ricos en fibra que provocan gases como el brócoli, las judías, la coliflor, las cebollas, la alcachofa o los espárragos.
- Limitar la ingesta de lácteos en la dieta puede aliviar los síntomas. De hecho, se recomienda evitar los quesos grasos y curados.
- Eliminar los sustitutos del azúcar de la dieta o probar con uno diferente. El abuso de edulcorantes, especialmente polialcoholes, incrementa los gases y las diarreas.
- Evitar el consumo de alimentos fritos y grasos porque retrasan la eliminación de gases del aparato digestivo.
- No consumir bebidas con gas, como los refrescos.
- Beber agua de forma regular, sobre todo durante las comidas.
- Intentar ingerir las comidas en porciones más pequeñas y comer despacio.
- Evitar el consumo de chicles o caramelos.
- Evitar el consumo de tabaco.
Consejos para aliviar los síntomas en casa
¿Qué otros cuidados puedes realizar en casa? Algunas frutas contribuyen a mejorar la sensación de hinchazón y a aliviar los síntomas provocados por la acumulación de gases intestinales. En este sentido, la papaya y la piña son estupendas aliadas al contener "enzimas digestivas que facilitan el trabajo en nuestro tracto gastrointestinal", explican en el centro de dietistas-nutricionistas Júlia Farré.
Tomar infusiones puede mejorar nuestra salud digestiva y las más recomendadas en estos casos son las de menta, hinojo, manzanilla, orégano, anís o comino. El té de canela o el de jengibre con limón también ayudan a eliminar el dolor. Además, en el centro Júlia Farré aconsejan tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Consumir alimentos integrales en moderación o en pequeñas cantidades.
- Comer las legumbres sin piel.
- Comer las frutas peladas.
- Cocina los alimentos al vapor o hervidos.
- Priorizar los alimentos cocinados frente a los crudos.
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