Pues sí, la crisis también tiene sus efectos en el amor. Y , si no, que se lo digan a las parejas vizcaínas que siguen juntas a causa de los apuros económicos.

La razón es clara: la separación y el divorcio también suponen un coste económico y, por tanto, hay parejas que optan por aparcar sus diferencias, reconciliarse y lograr, de este modo, ahorrar en estos tiempos de paro, pisos de difícil venta e hipotecas por pagar.

Lo venían advirtiendo los sociólogos hace ya meses. Ahora, lo confirman los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

En Vizcaya, los divorcios y las separaciones han experimentado un notable descenso en sólo unos últimos meses. Así, el año pasado, entre el segundo trimestre (cuando aún no se hablaba de crisis ) y el tercero, en plena recesión, la caída en la cifra de divorcios y separaciones fue de un 31%.

Mientras que entre abril y junio se dieron en Vizcaya 665 divorcios, los tres siguientes meses fueron 457, es decir, se registró una bajada del consabido 31%.

Esta es la tónica generalizada en todo el Estado; y también en todo Euskadi. Las cifras lo constatan igualmente. En toda la comunidad, hubo 1.243 divorcios en el segundo trimestre del año pasado; el tercer trimestre la cifra se redujo a 845, un 32% menos.

Y en Bilbao, sin ir más lejos, el descenso es similar. "Hacer frente a la hipoteca es un poderoso factor para no divorciarse", explican los sociólogos. «Hemos visto que hay muchas parejas que se dan una segunda oportunidad para salvar el bache», explica el experto de la Universidad Rey Juan Carlos.

Aunque hay otra razón. Va desapareciendo el efecto de la ley del divorcio exprés. Así, durante los primeros meses, las parejas se divorciaron en masa. Ahora, ya no pasa tanto.

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