La policía recorre casa a casa Nueva Orleans para desalojar a los residentes

La policía cuenta con la autorización para recurrir a la fuerza, después de que el alcalde, Ray Nagin, anunciara una nueva orden de evacuación obligatoria para todos los que hicieron oídos sordos a su primer mandato.
Un cadáver en Nueva Orleans, tras Katrina (Reuters)
Un cadáver en Nueva Orleans, tras Katrina (Reuters)
Reuters
Un cadáver en Nueva Orleans, tras Katrina (Reuters)

Las autoridades de EEUU están decididas a desalojar, por las buenas o por las malas, a quienes se resisten a irse de Nueva Orleans, debido al riesgo de que se convierta en un foco infeccioso tras el paso del ciclón Katrina.

Esta gente no entiende que se está poniendo en una situación de riesgo

"Esta gente no entiende que se está poniendo en una situación de riesgo", declaró el responsable de la policía Edwin Compass, quien se mostró decidido a evacuar como sea a las cerca de 10.000 personas que se empecinan en quedarse en sus casas pese a las malsanas condiciones que hay más de una semana después del paso del ciclón.

"Los vamos a evacuar con o sin su cooperación", dejó claro Compass en declaraciones a varios medios de comunicación. La operación ya ha comenzado y, por ahora, no ha habido problemas, según el capitán de la policía, Marlon Defillo, quien aseguró que sólo se recurrirá a la fuerza como "último recurso".

Podrán hacerlo la policía, los bomberos y los efectivos de la Guardia Nacional pero no los efectivos regulares de los distintos cuerpos de las fuerzas armadas de Estados Unidos desplazados a la ciudad.

Hay informes no confirmados oficialmente que indican que al parecer se registraron tiroteos, pero no se tiene noticia de heridos ni de mayor alcance de estos incidentes. El general que está al mando de los militares en Nueva Orleans, Russell Honore, explicó que sus hombres seguirán centrándose en el reparto de ayuda a los supervivientes.

Agua contaminada

Las autoridades y fuerzas de seguridad aseguran que se están haciendo progresos en la ciudad en el ámbito de la seguridad y en la recuperación de infraestructuras, y que los niveles del agua que anegaba la mayor parte de la urbe ya han bajado considerablemente.

Pueden pasar semanas hasta que se pueda beber agua

Sin embargo, ahora tienen que hacer frente a un nuevo desastre, el peligro de contaminación incontrolable provocado por las aguas tóxicas y fétidas que permanecen estancadas. "Pueden pasar semanas hasta que se pueda beber agua", alertó la directora de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC) de EEUU, Julie Geberding. Mike McDaniel, responsable del Departamento de Calidad Ambiental de Luisiana, explicó a la cadena de televisión CNN que el agua contiene residuos de productos químicos, de gas natural y crudo, procedentes de numerosas fugas de infraestructuras dañadas por el huracán, que pueden seguir provocando incendios.

A este tipo de contaminantes, hay que añadir pesticidas, bacterias y, sobre todo, los restos de cadáveres de personas y animales en estado de descomposición, que los equipos de rescate apartaban de su camino y dejaban a un lado durante varios días para centrarse en el rescate de supervivientes.

Sigue sin haber un cómputo oficial de víctimas mortales, aunque todo hace prever que el alcalde Nagin no estaba muy equivocado cuando dijo, ya en varias ocasiones, que los muertos en la ciudad podrían rondar los 10.000.

Aunque el alcalde y otras autoridades locales, estatales y federales no dejan de lanzar mensajes en el sentido de que Nueva Orleans recuperará todo su encanto, la mayoría de los estadounidenses cree que la ciudad nunca volverá a ser la misma. Es la conclusión más destacada de un sondeo realizado por el instituto Gallup para CNN y el diario USA Today, según el cual el 56 por ciento de los consultados cree que la devastación provocada por el huracán es difícil de remediar del todo.

En lo que se refiere a la respuesta de las autoridades a este desastre, un 42 por ciento dice que la reacción del presidente de EEUU, George W. Bush, fue mala o terrible, mientras que el 35 por ciento opina que fue buena o magnífica. Este resultado se repite en lo que respecta a la respuesta de las agencias federales mientras que, en el caso de las autoridades estatales y locales, el 35 por ciento la califica de mala o terrible, frente al 37 por ciento que señalan que fue buena.

Ayudas de 2.000 dólares

Por otra parte, fuentes de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) anunciaron el miércoles su intención de repartir ayuda con tarjetas por valor de unos 2.000 dólares a las personas mas afectadas por el huracán Katrina.

La intención es que los damnificados utilicen el dinero para comprar comida y gasolina

La intención de este organismo federal, dijeron las fuentes a varios medios de comunicación en Washington, es que los damnificados utilicen ese dinero para comprar comida o gasolina, para pagarse el transporte o necesidades similares.

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