En rueda de prensa posterior al Consell de Govern, la portavoz Pilar Costa ha detallado que este contrato deriva de un acuerdo marco adjudicado en 2018 para la prestación de la asistencia sanitaria a los usuarios derivados del Servicio de Salud. Se ha aprobado por valor de 1,9 millones de euros y tiene una duración de doce meses, no prorrogable.

La evolución de la COVID-19 y la actual situación de pandemia han incrementado el número de estancias hospitalarias que requieren curas asistenciales y la actividad derivada.

Las prestaciones de este procedimiento derivado incluyen las actividades asistenciales siguientes: estancias en la planta de hospitalización, estancias en la unidad de cuidados intensivos (UCI), procesos específicos de hospitalización y estancias sociosanitarias para pacientes en convalecencia después de recibir el alta en un hospital público.

La Conselleria de Salud y Consumo ha especificado también que estas derivaciones se producen en el marco de "la estrecha colaboración" entre la sanidad pública y la privada. El cumplimiento de los objetivos fundamentales del Servicio de Salud requiere la contratación de centros externos de actividad sanitaria para dar cobertura a la población balear en ocasiones como la actual, "en que se considera necesario".