Nada de trajes profesionales, caretas, las justas, y seriedad al mínimo. Es lo que no se estila en la gran cita del Carnaval coruñés, la fiesta choqueira, una celebración callejera que este año tendrá a los dioses del cielo de su parte, sin rastro de nubes y un sol sin antifaces de ningún tipo. Una jornada primaveral que probablemente anime a los más reticentes a revolver algo por casa para convertirse en un choqueiro.

Cualquier cosa vale para apuntarse a esta fiesta, en la que lo más imprescindible es el sentido del humor, la gracia con la que cada uno se apaña para encontrarle un nuevo destino a un mono de trabajo, a la ropa de los abuelos o a ese bañador que nadie llevaría a la playa. Es imposible predecir qué se llevará este año, en el mundo choqueiro no hay ni superhéroes de cómic ni piratas de cine, hay personajes bastante menos encasillables y, a veces, hasta indescriptibles.

Pero la cita de este martes no es sólo una fiesta. También es un concurso. Y tiene un premio a la altura de las circunstancias: una cesta de Carnaval que contiene lo imprescindible para disfrutar de estas fechas, lacón, chorizos y grelos.

La fiesta choqueira arrancará a las ocho de la tarde en la Torre y estará amenizada por la orquesta Foliada. Pero antes hay dos citas con los más pequeños de la casa. A las cinco de la tarde, en la plaza de España, se celebrará la octava edición del concurso Menudos Cantantes y una hora después comenzará el concurso infantil de disfraces (en la Torre).

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