Según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado, durante la jornada no se han registrado actas por otro tipo de infracciones relacionadas con las medidas COVID-19, aunque se ha interceptado a una conductora ebria que dio positivo en el test de alcoholemia -con una tasa de 0,95 ml por litro de aire espirado-.

Según el Consistorio, el continuo aumento de la incidencia acumulada de casos de coronavirus en la isla de Ibiza en general, y en zonas de salud pertenecientes al municipio de Santa Eulària en particular, reflejan una tendencia fruto de la relajación en el cumplimiento de las indicaciones en materia sanitaria.

Por este motivo, la Policía Local de Santa Eulària ha remodelado su planificación de dotación para aumentar los efectivos en la calle en todos los turno hasta el final de las fiestas, de manera que se intensifican los controles, tanto de establecimientos como de particulares, doblando el número de policías activos en algunos casos, utilizando patrullas vestidas de paisano de la unidad de Seguridad Ciudadana y usando drones cuando sea necesario.

La primera jornada de actuaciones, coordinadas con Guardia Civil y Dirección General de Emergencias e Interior del Govern, ha supuesto tres controles en diferentes puntos del municipio y se ha saldado con las ocho actas de infracción por encontrarse en la calle pasadas las 01.30 horas.

Dos de estas sanciones se impusieron en la calle Margarita Ankermann a dos ocupantes de un vehículo. Sobre las 03.40 horas, una patrulla que circulaba por dicha vía descubrió a un turismo que transitaba por la rotonda de Can Guasch.

Los agentes procedieron a dar el alto al vehículo para saber la justificación de encontrarse en la calle fuera del horario permitido, afirmando los ocupantes que venían de una cena de empresa, por lo que se les levantó acta por quebrantar el toque de queda.