Los hechos sucedieron a principios del mes de noviembre, cuando se produjeron una serie de peleas entre jóvenes de la localidad en las que se cometieron los delitos utilizando armas blancas y objetos contundentes.

Distintas patrullas de la Policía Foral, junto con agentes de la Policía Municipal de la localidad, intervinieron en varias ocasiones para evitar que las peleas fueran más graves, identificando a los presuntos implicados y requisando distintas herramientas y armas que fueron o iban a ser utilizadas en los enfrentamientos como navajas, cuchillos, mosquetones, una bomba para neumáticos, una piqueta, un destornillador y un cuchillo de carnicero. Estos últimos fueron localizados en el domicilio de los dos detenidos, según ha informado la Policía Foral en una nota.

Asimismo, tres personas denunciaron en la Policía Foral las agresiones sufridas y una más cómo le habían amenazado de muerte. Una de las víctimas fue golpeada en la cabeza con una botella de vidrio que le produjo dos heridas abiertas que precisaron de ocho grapas de sutura. Otra sufrió un navajazo en un brazo que le provocó una herida que necesitó de siete puntos y el último fue golpeado en los brazos con lo que posteriormente fue identificada como una piqueta.

Tres facilitaron una descripción detallada de sus presuntos agresores que fueron detenidos, mientras que el tercero no pudo identificar a su agresor.

Agentes de la Brigada de Delitos Contra las Personas investigaron los hechos, remitiendo el atestado a la autoridad judicial competente.