Según ha informado la Guardia Civil en una nota de prensa, esta actuación se incluye en la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) del cuerpo para reforzar su compromiso con la conservación del medio ambiente.

Estos coches forman parte de una remesa de 50 vehículos adquiridos por la Dirección General de la Guardia Civil. Son vehículo eléctrico puro con batería de 40 Kw.

Hasta ahora, solamente se disponía de un vehículo con tecnología eléctrica pura en la Guardia Civil: un vehículo adquirido en el año 2016, que fue destinado a prestar servicio a unidades del Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid.

Aquel vehículo sirvió como banco de pruebas durante estos años, y se ha llegado a la conclusión de que es una tecnología "efectiva en este ámbito de servicios, económica y sobre todo limpia ecológicamente".