La fabricante de los vestidos de novia de Kate Middleton y Meghan Markle está arruinada y al borde del desahucio

  • La paralización de las bodas ha hecho que esta costurera haya perdido su taller y todos sus ingresos. 
El príncipe Guillermo de Gales y su novia Catalina Middleton contraen matrimonio en la abadía de Westminster el 29 de abril.
El príncipe Guillermo de Gales y su novia Catalina Middleton contraen matrimonio en la abadía de Westminster el 29 de abril.
Toby Melville / REUTERS
El príncipe Guillermo de Gales y su novia Catalina Middleton contraen matrimonio en la abadía de Westminster el 29 de abril.

La experta bordadora Chloe Savage ayudó a crear los vestidos de novia que lucieron en sus enlaces tanto Kate Middleton como Meghan Markle, por lo que ha trabajado en dos vestidos de bodas de la realeza británica. 

Ahora, el coronavirus ha hecho que la mayoría de las bodas se hayan cancelado o retrasado, y el trabajo ha caído en picado, por lo que esta profesional apenas tiene para alimentar a su familia y está al borde del desahucio, según informaba People. "Nuestro trabajo se ha detenido literalmente en seco", hacía ver la mujer de 43 años. 

"Mi hija de 14 años se salta las comidas para ahorrar en el presupuesto de alimentación", aseguraba la bordadora. No es la única manera en la que está afectando a la joven. "El estrés hace que se autolesione. Ahora va a los Servicios de Salud Mental Infantil (CAMHS)" para obtener apoyo", decía Chloe, que también tiene hijos de 8 y 24 años.

Esta profesional de Warmley Village en las afueras de Bristol, Inglaterra fue la encargada de hacer "todo el encaje del vestido y zapatos" del vestido de Alexander McQueen de Kate Middleton y también trabajó en su "liga elástica de seda azul y encaje blanco".

"Kate vino varias veces. Era encantadora", rememoraba Chloe. "Estaba emocionada con el vestido, nerviosa por el día, preguntando por lo que estábamos haciendo... todo ese tipo de cosas".

La bordadora también fue responsable de coser a mano amapolas de California, mazorcas de maíz, flores de la Commonwealth y una variedad de flores de jardín en el velo de novia del vestido de Givenchy de Meghan Markle. 

"En enero y febrero, comenzamos a ver que muchos de nuestros contratos internacionales se suspendían", dice Chloe. "El trabajo simplemente desapareció", explica. 

La mujer tuvo que cerrar su estudio de costura, despedir a los empleados y pedir un préstamo del Gobierno de 30.000 euros para ayudar a las empresas durante la pandemia, pero el dinero se fue en los gastos que conllevó el cierre del taller, como pagar alquiler o a proveedores. Ahora le deniegan la ayuda social. 

Ahora apenas ingresa unas 250 libras al mes vendiendo kits de costura y haciendo pequeños trabajos y no puede hacer frente al pago de su vivienda, por lo que teme que pronto deban dejarla. 

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