Según el escrito del Fiscal, el acusado actuaba guiado con el propósito de causar la muerte a animales, tanto domésticos como salvajes, que pudieran transitar por dos fincas de Anguiano en las que había cultivado coles, maiz y otros productos de la huerta.

Colocó, tanto en las fincas como en los lugares de paso, cebos con carne, algunos con carne de conejo que él mismo criaba. Para ello, abría en canal los conejos, introduciendo en sus vísceras la sustancia conocida como Aldicarb. Se trata de un "tóxico de muy alta peligrosidad para la fauna que lo ingiere, prohibido en la Unión Europea desde 2007".

Dada la alta toxicidad del producto, murieron dos perros cazadores, así como dos garduñas, dos gatos domésticos, una gineta y dos musarañas.

En una de las parcelas del paraje de 'Los Matacones', de Anguiano, que cultivaba el encausado Agentes de la Guardia Civil de Seprona encontraron diez cebos, de los que nueve tenían la sustancia tóxica, así como el cadáver de un conejo usado como cebo.

El Ministerio Fiscal apunta que por el Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos de Ciudad Real se comprobó que todos los animales muertos habían ingerido el tóxico.

Para el Fiscal, los hechos descritos son constitutivos de un Delito contra la Fauna, del que considera autor al encausado y le pide dos años de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de caza o pesca por tres años.

El acusado, A.L.M, ya fue condenado ejecutoriamente en sentencia del 15 de abril de 2014 como autor de un delito contra la fauna a la pena de un año de prisión y otro de inhabilitación especial para el derecho de caza y pesca.

El acto previsto para mañana será una previa de conformidad, esto es, se personarán las dos partes y, si llegan a un acuerdo, se dictará sentencia, si no, se pondrá fecha para el juicio.