Cada vez es menor el número de niños extranjeros que son adoptados por familias para comenzar un proyecto de vida ya que en dos años los procesos concluidos han caído más del 40%.

No obstante, entre 2008 y 2007, la diferencia de tutelas de menores a padres no biológicos fue menor ya que el año pasado se completaron 56 adopciones por las 58 del año anterior. Por ello, el gran escalón se encuentra en 2006 cuando llegaron 95 niños para vivir en la provincia.

De los datos facilitados por la delegación de Igualdad y Bienestar Social se desprende que la mitad de las adopciones completadas fueron con niños rusos (17) o chinos (11), seguidos de otras naciones como Etiopía (10) aunque también hay menores de Kazajistán, Ucrania, Filipinas o Nepal.

Asimismo, en el ejercicio pasado, las Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional (ECAI) participaron en un total de 31 tutelas mientras que 25 corrieron a cargo de la entidad pública. En Córdoba se tramitaron 90 expedientes, es decir, un 8% menos que el año anterior.

La delegada de Igualdad y Bienestar Social, Silvia Cañero, califica estos datos de «positivos» ya que estos 56 menores «cuentan ahora con familias que pueden disfrutar de sus pequeños».

Opta por garantizar que las adopciones se realicen «considerando el interés superior del menor» a la vez que estima el «alto nivel de fiabilidad» del sistema andaluz.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Familias Adoptantes de Andalucía (AFAAN), Rafael Castro, apunta a los «requisitos fuertes» de los países de origen, la tramitación burocrática en España o la crisis como responsables de la bajada del número de adopciones.

Peligro por la vía libre

La opción de adoptar por libre, es decir, sin contar con la Junta, entraña riesgos como quedó demostrado en octubre de 2008.

En esas fechas, un matrimonio de Posadas fue detenido en el aeropuerto de Barajas, cuando regresaban de Rusia, acusados de falsedad documental por la posible falsificación del certificado de idoneidad que expide la Junta y que ellos iban a presentar a las autoridades rusas. Y todo ello por la presencia de mafias en Rusia que falsifican datos para acortar trámites.

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