Del total de denuncias, 35 actas se levantaron por incumplir el toque de queda sin causa justificada; 14 por infringir la medida que limita la permanencia de grupos de más de seis personas no convivientes en espacios públicos y otras 10 denuncias por entrar y salir del término municipal de Lugo sin motivo debidamente probado. Unas infracciones que podrían conllevar sanciones de entre 601 y 30.000 euros.

En un comunicado, la Policía ha informado de que dos botellones, uno detectado en el Adarve da Muralla y otro en la calle Río Támoga, han sido la causa de otras 15 actas de denuncia, 10 y 5 incidencias respectivamente. Este tipo de infracción puede supone una multa de 500 euros.

Transitar por la vía pública sin mascarilla -que conlleva una sanción de 100 euros-, fumar en espacios públicos sin distancia de seguridad y faltas de respeto a la autoridad, han sido los motivos de las denuncias restantes.

La Policía Local de Lugo registró también molestias por ruidos en dos edificios del municipio lucense, uno en la Avenida de la Coruña, donde los responsables cesaron las molestias "al instante" y justificaron que se trataba de una "fiesta familiar con sus hijos convivientes".

El otro punto se registró en la calle Venancio Sanra, donde la policía identificó al responsable y a cinco personas más, de las que dos no pertenecían al término municipal de Lugo, por lo que se les imputó, además de una infracción a la Ordenanza de Protección Ambiental, un delito por incumplimiento de entrada y salida del ayuntamiento.

INFRACCIONES EN LA SEGURIDAD VIAL

Por otra parte, el cuerpo de policía lucense ha informado de la realización de varios controles de alcoholemia durante el fin de semana, en el que un conductor, que previamente había perdido todos los puntos del permiso de conducir, registró una tasa de alcohol en sangre de 0,41 mg/ l.

El conductor, contra el que se instruyeron diligencias por delito contra la seguridad vial en la modalidad de juicio rápido, se enfrenta a una pena de prisión de tres a seis meses o a una multa de 12 a 24 meses, o con una pena de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, además de una sanción de 500 euros y la retirada de 4 puntos del permiso de conducir.

Otro conductor, que presentaba signos de embriaguez, también fue sometido a las pruebas de detección de alcoholemia, que resultaron positivas -0,86 mg/ l-. El vehículo fue inmobilizado y contra el hombre, que triplicaba la tasa máxima permitida, se instruyeron diligencias por delito contra la seguridad vial en modalidad de juicio rápido.

Por otro lado, la policía también detectó un vehículo sobre el que pesaba una orden de búsqueda y captura por embargo, que fue retirado y precintado en el Depósito Municipal.

Además, tal y como acordó la Jefatura Provincial de Tráfico, se intervino el permiso de conducir a una persona tras su pérdida de vigencia y habiendo constatado un deterioro en las condiciones psicofísicas del conductor, al entender la policía que el mantenimiento de dicho permiso entrañaba "un grave peligro para la seguridad del tráfico".