Entrevista | Juan Gómez-Jurado: "Es precioso e ilusionante que tus lectores respeten tus libros tanto o más que tú"

  • El escritor madrileño ha publicado su noveno thriller, 'Rey Blanco', desenlace de la trilogía 'Reina Roja'.
El periodista y escritor Juan Gómez-Jurado.
El periodista y escritor Juan Gómez-Jurado.
JEOSM / EDICIONES B
El periodista y escritor Juan Gómez-Jurado.

Juan Gómez-Jurado regresa a las librerías con Rey Blanco, el esperado desenlace de las aventuras del inspector Jon Gutiérrez y Antonia Scott. El escritor y periodista nos atiende por teléfono y mantenemos con él una conversación de lo más distendida. No duda en responder a todas y cada una de nuestras preguntas aunque, eso sí, siendo fiel a sus principios: nada de spoilers.

¿Cómo le ha afectado la pandemia del coronavirus a la hora de ponerse a escribir y al no poder hacer firmas de libros? Ambas cosas son dramáticas, pero lo que más echo de menos es el contacto con la gente. Es decir, tener la sensación de que tú estás escuchando a la otra persona, teniendo un momento en el que compartir algo… Nos han quitado muchísimas cosas, pero es lo que hay. Tenemos que hacerlo porque es por el bien común, pero se pasa mal. Yo lo echo muchísimo de menos.

¿Siempre ha querido ser escritor? Sí, desde que tenía 13 años. Me pasó una cosa muy curiosa. Cuando yo tenía 13 años le mandé una carta a Pérez-Reverte y le explicaba que era uno de mis escritores favoritos, junto con Stephen King y con Tolkien, y que me gustaban mucho sus libros, que eran una gran inspiración para mí, que yo también quería ser escritor de mayor… Él no me contestó porque supongo que ni recibiría la carta. Pero fue muy bonito el poder tener la sensación de que me estaba comunicando con mi escritor favorito.

¿Ha recibido alguna carta de alguna persona que también desee ser escritor o escritora? Sí, justo ayer por la mañana recibí una carta de un chico que se llama Sergio que es de Crevillente (Alicante) y me decía que él quería ser escritor de mayor, que sus escritores favoritos éramos Stephen King, Pérez-Reverte y yo y que me mandaba este correo para decirme lo mucho que le había servido yo de inspiración. Me mandó unos capítulos de su primera novela, que está escribiendo con 11 años. Así que, fíjate, misma historia, casi los mismos protagonistas y, probablemente, el día de mañana, Sergio reciba un correo electrónico de otro chaval que le diga que le gustan mucho sus libros.

Cuenta en sus redes sociales que hace mil revisiones de las novelas antes de la publicación. ¿Cómo es convivir con una persona tan perfeccionista y crítica con su propio trabajo y los plazos de entrega que marca la editorial? No es fácil, supongo. Quiero decir, yo soy una persona muy perfeccionista, pero por otro lado a las nueve de la noche ya no sigo trabajando. Creo que lo más importante es tomarte muy en serio lo que haces y muy poco en serio a ti mismo. Yo no tengo inconveniente en hacer el payaso cuando toca, reírme, hacer campañas extrañas, ir a La Resistencia a hacer una entrevista muy loca… Lo que sea, con tal de contar acerca de la maravilla que son los libros, lo que haga falta. Lo que no quita que, luego, me tome muy muy en serio mi trabajo.

También debe de ser difícil escribir para un público adulto y, al mismo tiempo, para un público infantil. ¿Cómo es dividir el tiempo en crear dos historias tan distintas? El truco que tengo es que voy muy por delante en el calendario de escritura al de publicación. Lo que quiere decir que tengo novelas escritas que no sabéis de ellas. Eso en cuanto a la administración del tiempo. En cuanto a lo que es la división mental, no es nada fácil y sí que es fácil al mismo tiempo. 

¿A qué se refiere exactamente? Me explico. Decía Roald Dahl que escribir para niños es como escribir para adultos, solo que hay que hacerlo mejor. Yo creo que tenía toda la razón. Parece mucho más difícil hasta que te pones a hacerlo y te das cuenta de que, en realidad, de lo único que se trata es de que tienes que afinar mucho tu escritura y que no puedes ser opaco, tienes que ser increíblemente claro, poner las palabras exactas, no pasarte. Salvo eso, los niños quieren lo mismo: pasárselo bien leyendo un libro, divertirse, que sea interesante, que les guste, que tenga personajes con los que puedan empatizar. Las claves son exactamente las mismas, lo único es que tienes que afinar un poquito más el lenguaje.

"Sé lo que es querer un libro que te gusta y no poder permitírtelo"

Cuida muchísimo a los lectores y cuando alguien no se puede permitir un libro suyo se lo manda gratuitamente. ¿Cómo surge esta iniciativa y por qué? Lo llevo haciendo desde el principio, pero os habéis fijado ahora porque tengo más volumen. Lo hago con mucho cariño, orgullo y agradecimiento a la gente que está interesada en mis libros y que los quieren leer. Tiene mucho que ver con haber sido pobre, o eso me dice mi mujer. Yo de pequeño no me podía permitir comprar los libros que me gustaban y tenía que hacer lo que pudiera por leerlos. Sé lo que es querer leer un libro que te gusta y no poder permitírtelo e intento que eso pase lo menos posible, por lo menos con los míos. En lo que llevamos, desde marzo, he regalado más de 100.000 y estoy muy contento de poder hacer eso.

Al final de las novelas, pide a los lectores que no hagan spoiler de lo que pasa en ellas. ¿Cómo es vender un libro sin contar nada? Pues, por lo visto, fácil. Tengo la inmensa suerte de que mis lectores son increíblemente respetuosos y que están hablándole a los demás lectores. Al final, tú no puedes vender tantos libros si no es por el boca a boca. Es precioso y muy ilusionante darte cuenta de que tus lectores están respetando tus libros tanto o más que tú. Que cuando hablan de los libros están intentando que no se sepa nada, que no se desvele nada, que todo esté en su sitio. Y eso es muy guay. Al fin y al cabo, para eso te haces escritor, para comunicar la pasión por los libros, para comunicar lo mucho que te gustan.

¿Planifica lo que va a pasar en las novelas o se pone a escribir con una idea general y después va pensando sobre la marcha? Planifico hasta el último renglón. Eso es muy importante para mí. Hay dos tipos de escritores: los de brújula y los de mapa. Yo soy, clarísimamente, un escritor de mapa. Necesito tener muy claro lo que voy a hacer antes de ponerme a hacerlo.

Hablando de mapas, da muchos detalles sobre la situación de las calles, los lugares. ¿Viaja a los sitios que nombra? Sí, me divierte mucho esta parte. Tardo unos 18 meses en escribir un libro, de los cuales los 12 primeros son solo de documentación, planificación… Una de las cosas que más me gustan es el desplazamiento. Permitirme ir a un lugar, estar ahí un rato, mirar. En este caso ha sido bastante fácil porque toda la novela transcurre en Madrid. Además, tuve la suerte de poder hacerlo todo antes de la pandemia y he podido ir viendo los lugares donde se desenvuelve la trama, prestándoles mucha atención. Porque con este tipo de cosas encuentras detalles que no encontrarías de ninguna otra forma. Y cuando me ha tocado ir a Jordania o al Berlín lo he hecho. Es muy divertido y me lo paso muy bien.

Estamos acostumbrados a leer novelas que no suceden en España. ¿Le ha resultado muy complicado ambientar Reina Roja en Madrid o Loba Negra en Málaga? La verdad es que sí porque yo tampoco estaba acostumbrado, pero me lo he pasado muy bien. Ha sido un reto, pero también muy interesante. Para eso está la literatura, para buscar tus propios límites y decir: Oye, a ver cuánto soy capaz de hacer esto aquí.

Tanto Antonia como Jon evolucionan a lo largo de la historia, se quieren y se complementan a pesar de lo diferentes que son, incluso Antonia se ‘humaniza’. ¿Cómo se crean estos personajes? Es curioso porque no es lo normal. El gran desafío de esta historia, o uno de los grandes desafíos, es que una de las características fundamentales de una serie en la que aparecen los mismos protagonistas es que permanezcan lo más inmutables posible, de forma que la gente no note cambio ninguno porque al que le gustan las series ese tipo de cosas no les suele gustar. Esto para mí no era de recibo. Yo lo que necesitaba era un cambio, que se notara cómo iban evolucionando dentro de los libros.

Acaba de publicarse Rey Blanco y los lectores ya piden una continuación de la historia de Jon y de Antonia, ¿qué pueden esperar después de esta novela? Tenemos que tener un poquito de paciencia. Yo le he dicho a la gente: depende de vuestros regalos de navidad. Así que, a ver cuánto queréis que vuelvan Antonia y Jon. Si queréis más, regalad mucho Reina Roja para involucrar a la gente. Pero, aparte de esta pequeña broma, yo tengo mi calendario, mi idea, mi estructura en la cabeza, estoy muy contento con cómo están yendo las historias de Antonia y Jon, pero también tengo otros personajes cuya historia quiero contar. Quizás vuelvan, quizás no. Tengo ideas muy buenas, pero a ver cómo nos sentimos dentro de un tiempo.

Hay muchos rumores sobre una posible producción cinematográfica de la, de momento, trilogía Reina Roja, ¿se puede confirmar algo? Se puede confirmar que llevo trabajando en el tema de lo audiovisual desde hace 15 años y fracasando en el tema del audiovisual desde hace 15 años. Así que, eso es lo que puedo contar.

Al escuchar el podcast de Todopoderosos, algunos de los comentarios que hace parecen propios de una mente privilegiada. Dice que Jon tiene bastante de usted, pero también parece que hay una parte de Antonia. Antonia es mi mujer. Ella es la más inteligente de los dos. Es la que ha servido de inspiración para el libro y ojalá yo fuera una décima parte de lo inteligente que es ella.

Todopoderosos es un programa muy rico culturalmente, ¿cómo se compagina un programa de esas características con la creación de unas novelas tan llenas de referencias? Es bastante fácil porque todo tiene que ver. A mí, Todopoderosos me ha hecho mejor escritor. Las personas que me rodean, mis amigos, Rodrigo Cortés, Javier Cansado, Arturo González-Campos, me han ayudado mucho, me han convertido en lo que soy ahora. Lo único que puedo hacer es darles las gracias. Alegrémonos todos de que exista Todopoderosos. El chico del que hablaba, Sergio, me decía que le encantaba Todopoderosos y Aquí hay dragones y eso es flipante, que un chaval de 11 años esté escuchando eso. Así que hay esperanza y es guay.

Todopoderosos o Aquí hay dragones parecen programas guionizados y, a la vez, espontáneos, ¿cómo es hacer un podcast así con un grupo de amigos? Exactamente. Nos sentamos, nos ponemos a hablar de cosas sin haber hablado previamente de lo que íbamos a hablar y como estamos todos más bien mal de la cabeza, ocurren cosas. Es precioso. Es una magia que ni siquiera nosotros mismos entendemos demasiado bien y está guay, es bueno que ocurra.

Por último, si tiene que elegir una sola de las novelas que ha escrito, ¿con cuál se quedas? Con una que no habéis leído y que leeréis en algún momento.

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