En rueda de prensa, la consejera ha subrayado que habrá "suficiente" para vacunar desde enero y que "vamos a tener para todos", además de que "todas las vacunas son seguras". El Gobierno de Aragón empezará vacunando con Pfizer.

Repollés ha comentado que en la próxima Conferencia de Presidentes se fijará un plan para que la campaña se realice de forma "homogénea" en todas las regiones.

Al respecto, el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha dejado claro que "sería un disparate mayúsculo" distribuir las vacunas conforme al número de habitantes de cada comunidad, apostando por priorizar a los grupos vulnerables.

TENDENCIA A LA BAJA

Repollés ha indicado que este viernes se han registrado 250 casos de COVID-19 en Aragón, con una tasa de positividad del 7,5 por ciento, indicando que los datos son superiores a los del pasado puente porque se están realizando más pruebas PCR. "Trabajamos con tendencias, no con días únicos". La incidencia acumulada de 14 días se sitúa en 150 casos por 100.000 habitantes, por debajo de 100 la de siete días.

Ahora la situación es "estable", pero "en cualquier momento" pueden aumentar los contagios, lo que exigiría otro "compromiso", ha continuado la consejera, insistiendo en que si empeorara la situación se pasaría a un nivel más restrictivo.

La titular de Sanidad ha puesto de relieve "la fuerte presión asistencial" durante la tercera ola, entre la última semana de octubre y la primera de noviembre, con más de un 50 por ciento de las camas UCI ocupadas por pacientes COVID-19 y más de 1.100 casos por cada 100.000 habitantes, de forma que "durante varias semanas nos hemos encontrado con riesgo extremo" y "nos ha costado un gran esfuerzo" superar esta ola, tanto en atención primaria como en especializada, también "un gran sacrificio de la sociedad".

"Este sacrificio empieza a dar sus primeros frutos", ha afirmado Repollés, quien ha celebrado que se está produciendo "una reducción notable y progresiva de la incidencia acumulada", con un índice de reproducción del coronavirus del 0,7 por ciento y una ocupación de entre el 10 y el 12 por ciento de las camas hospitalarias convencionales, menos del 35 por ciento en las UCI.