Las personas que hayan superado la COVID podrán salir de residencias a comer con sus familias en Navidad

Los residentes en centros de personas mayores o con discapacidad de Aragón que hayan superado la COVID-19 o puedan acreditar que la infección está resuelta con una prueba serológica con igG positiva podrán salir a comer o cenar con una unidad de convivencia -no más de diez personas- los días 24, 25, 31 de diciembre y el 1 de enero para celebrar las fiestas de Navidad. Tanto el residente, como el responsable que lo lleve al domicilio deberán firmar una declaración responsable.
Las personas que hayan superado la COVID podrán salir de residencias a comer con sus familias en Navidad
Las personas que hayan superado la COVID podrán salir de residencias a comer con sus familias en Navidad.
EUROPA PRESS
Las personas que hayan superado la COVID podrán salir de residencias a comer con sus familias en Navidad

Además, estas salidas no podrán exceder de las 20.00 horas y serán en los horarios que establezca la residencia para evitar aglomeraciones, ha explicado la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, en su visita este viernes a la Residencia de Mayores 'Romareda' del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), en la capital aragonesa.

Otra de las decisiones que ha adoptado el Ejecutivo autonómico para estas fiestas de Navidad es la limitación y concertación de visitas de familiares a residentes a través del sistema de cita previa del 23 de diciembre al 6 de enero.

Los encuentros, cuya duración será de una hora y media, se realizarán en el entorno de la residencia o en lugares acondicionados, seguros y que puedan ventilarse. Hasta el momento, en estas visitas solo podía participar una persona, pero "dadas las fechas especiales", ha señalado Broto, se podrán acercar un máximo de cinco personas.

Además, la consejera de Ciudadanía ha recordado que se mantienen las salidas de los residentes por un periodo de diez días, tal como hasta ahora ya estaba sucediendo.

No obstante, a la obligación de que el residente no tenga síntomas de la COVID-19, no haya estado en contacto con ninguna persona enferma y, en caso de haber pasado la enfermedad, tenga una prueba serológica negativa, se añaden nuevas condiciones.

Entre ellas, que el residente acuda a un único domicilio, que use la mascarilla dentro del mismo todo el tiempo posible y que la familia firme una declaración responsable en la que garantice que se cumplen las medidas sanitarias y se identifique a las personas que conformarán el núcleo de residencia. Al regreso, el usuario de estos centros deberá tener PCR negativa y permanecer diez días en aislamiento.

EQUILIBRIO

Broto ha indicado que todas las medidas adoptadas en relación con las residencias aragonesas para las fechas navideñas han sido consensuadas con el Departamento de Sanidad, para intentar mantener estos centros "en burbujas" y no sumar contagios por coronavirus SARS-CoV-2.

La orden que recogerá estas medidas se publicará la próxima semana en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) y con ella se pretende mantener un "equilibrio" entre la "prudencia" de preservar la salud de los residentes y trabajadores y su bienestar emocional, ya que el aislamiento y todos estos meses de pandemia les han afectado, ha comentado la consejera.

La orden también recogerá que las entidades deberán garantizar la información diaria y la puesta a disposición de medios tecnológicos que permitan la comunicación entre las personas residentes y sus familias o personas de referencia, especialmente cuando se encuentren en aislamiento.

Broto ha querido agradecer "el gran esfuerzo" que durante todos estos meses de pandemia están realizando los directores y trabajadores de las residencias, para hacer que estos centros sean "auténticos hogares" y para que "no se note esa necesidad emocional que sufren los mayores, que necesitan especialmente el contacto".

ACTIVIDADES EN RESIDENCIAS

La directora de la Residencia 'Romareda', Cristina Serrano, ha subrayado que desde marzo todo el personal ha trabajado por preservar la salud de los internos -un total de 179- pero que, a su vez, han sido "muy conscientes" del daño que la COVID-19 ha causado a su estado emocional y "todos se están volcando en hacer que estos días sean especiales para todos ellos".

Este año, ha dicho, "somos conscientes de que vamos a tener que conciliar días especiales con restricciones, distancias de seguridad, sin abrazos. Será una Navidad diferente, pero los trabajadores de los servicios sociales se están esforzando tremendamente para que, a pesar de ser diferente", sea una Navidad "extraordinaria", ha comentado.

Asimismo, Serrano ha considerado que el hecho de que algunos residentes puedan ir a sus casas estos días "va a aportarles grandes beneficios", pero también "queremos que aquellos que no puedan ir, disfruten igualmente de estos días".

Dada la imposibilidad de que personas voluntarias colaboren en estos actos festivos como en años anteriores, toda la programación se va a realizar desde la propia residencia.

En este sentido, Serrano ha enumerado la especial decoración en la que ya están trabajando, la celebración del amigo invisible con el que cada trabajador sorprenderá de forma personalizada a todos y cada uno de los residentes o las actuaciones de música, coordinadas por la musicoterapeuta del centro, que se llevarán a cabo todos los días en cada una de las plantas de la residencia, además de meriendas especiales o talleres.

MENSAJES DE CARIÑO

La Residencia Romareda se suma al proyecto de 'La Caja de las Palabras Mágicas' para recibir mensajes de cariño, ánimo y apoyo del colegio de Educación Infantil y Primaria 'Margarita Salas', muy cercano, que va a trabajar esta iniciativa del Departamento de Ciudadanía con sus alumnos. Estos mensajes serán el regalo de Reyes que recibirán los residentes.

"Una vez más -ha concluido Serrano- los trabajadores de las residencias de mayores van a demostrar que son personas extraordinarias, con una autentica calidad profesional".

La iniciativa 'La Caja de las Palabras Mágicas' cuenta ya con más de medio centenar de colegios adscritos en todo Aragón, que están trabajando los mensajes y palabras de cariño que harán llegar a los centros de personas mayores cercanos a sus instalaciones, algunos buscados por ellos mismos y otros enlazados a través del Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales, en un proyecto que tiene como objetivo unir a dos generaciones que han quedado distanciadas por la pandemia, trabajar el valor de las palabras, conocer la realidad de muchos mayores y abordar la soledad.

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