Los sindicatos de la sanidad en CyL exigen a Mañueco la retirada del "decretazo" y advierten que no bajarán la presión

La totalidad de sindicatos del sector de la sanidad en Castilla y León ha exigido esta tarde al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, la retirada inmediata del "decretazo" que, según coinciden, supone un retroceso en sus condiciones de trabajo y han advertido de que no rebajarán su presión hasta lograr su objetivo.

En una concentración ante las puertas de la Consejería de Sanidad, en la que ha participado más de un centenar de personas, portavoces de todos los sindicatos representados en la Mesa Sectorial han comparecido ante los medios para denunciar, una vez más, el atropello que a su entender supone el polémico decreto y que, como así ha incidido el representante de CESM, José María Soto, ya se está empezando a ejecutar a pesar de que se les había dicho que "es un papel que no se iba a aplicar".

El sindicalista, en declaraciones recogidas por Europa Press, asegura que ese decreto se ha traducido ya en la eliminación de permisos, para cambiar a especialistas de función y asignarles otras para las que no están preparados...y todo ello "con una pérdida de la calidad asistencial y generando mayor estrés a los profesionales".

Por ello, Soto ha reclamado al presidente y la consejera del ramo, Verónica Casado, la retirada del decreto e iniciar un "verdadero diálogo", algo que, como así sostiene, no se produce desde la última reunión de la Mesa Sectorial celebrada hace un mes.

"Queremos que se apliquen medidas en positivo, en lugar de esa eliminación de derechos que, además, no está sirviendo de nada ya que, como estamos viendo en los medios, siguen faltando profesionales y, por ejemplo, en Medina de siete radiólogos solo hay uno porque todo esto está provocando fatiga y con ello se están incrementando las bajas por situaciones de estrés", ha advertido el representante de CESM, quien denuncia que la última negociación fue abortada para, en sábado, sacar este decreto "con nocturnidad y alevosía".

En la misma línea, Miguel Holguín, de UGT, ha acusado a Fernández Mañueco de dirigirse vía twit a la población para anunciar que en unos días Castilla y León bajará al nivel 3 de alarma, sin tener la misma complicidad con los propios sanitarios, a los que tiene olvidados.

"Esto significa dos cosas, que Mañueco considera que no hay ningún problema en la sanidad o que pasa absolutamente y espera a que ese problema se solucione por sí solo", se ha quejado Holguín, quien se ha lamentado que mientras tanto los ciudadanos de la Comunidad se disponen en breve a disfrutar de restaurantes, bares y gimnasios y, sin embargo, "los sanitarios seguirán sufriendo medidas coercitivas que limitan sus derechos laborales".

Y es que, como así ha puntualizado el sindicalista de UGT, con el nuevo decreto los sanitarios ven eliminadas su vacaciones, permisos y la conciliación familiar cuando se alcanza ese nivel 3 de alarma, con lo que "se quitan las cadenas a la hostelería y se siguen poniendo a los sanitarios", y ello a pesar de que ha sido su profesionalidad, frente a la gestión de la Junta, la que ha permitido doblegar la curva de contagios.

Entre otros representantes, Ana Tobal, de USAE, sí ha ironizado para destacar que el señor Fernández Mañueco ha conseguido algo inédito, en referencia a que "por vez primera ha logrado que todos los sindicatos se unan de manera inquebrantable" contra lo que califica como una "puñalada trapera que corta todo lo que se había negociado".

También el portavoz del sector en CSIF, Javier Hernando, coincide con la anterior en que la escenificación desarrollada ante la Consejería de Sanidad muestra el "descontento global de la sanidad en Castilla y León, que esto es una única voz y que no se va a cejar en el empeño hasta lograr los objetivos perseguidos".

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