Carnero, que ha participado este jueves en el segundo debate de orientación para la elaboración del Plan Estratégico de la PAC en España, ha defendido al respecto que el actual modelo ha contribuido a mantener unos "sectores vulnerables" que están sometidos a "grandes riesgos e inestabilidades" por la volatilidad y competencia de los mercados.

"Se trata de sectores vulnerables pero que, precisamente, se han esforzado por mantener el empleo y el tejido económico en el medio rural", ha reivindicado el consejero que ha insistido en que los sectores ganaderos deben seguir siendo apoyados a través de un pago por cabeza de ganado, con especial atención a las producciones que cuentan con escasa base territorial, como el ovino y caprino, vacuno de leche y vacuno de cebo.

Respecto a los sectores agrícolas, ha abogado por mantener el apoyo a los sectores con ayudas, con una mención expresa a la remolacha azucarera, "por su impacto social y económico en las áreas rurales", y a los cultivos proteicos, "por su contribución positiva a reducir el déficit de proteína vegetal de Europa, además de los beneficios medioambientales que proporcionan".

Carnero ha defendido ante el ministro, Luis Planas, la necesidad de poner en marcha un Programa Nacional para el sector del ovino y caprino con medidas financiadas con cargo al primer pilar de la PAC para recuperar el potencial mantenido hasta ahora. Según ha argumentado a este respecto, España es el primer país de la Unión Europea en censo y el sector está sufriendo una reducción continuada de animales y explotaciones.

"Se trata de un colectivo identificado en los últimos años con debilidades por pérdida de efectivos, envejecimiento de los titulares, muy sensible a las variaciones del mercado a la vista de lo ocurrido con la COVID-19, y que cuenta con estructuras asociativas con las que se puede trabajar para la reestructuración y adaptación a las nuevas demandas del mercado", ha reivindicado el consejero castellanoleonés.

PIDE CRITERIOS OBJETIVOS PARA EL FEADER

Respecto a la distribución del Feader, que ha asignado a Castilla y León 969 millones de euros en el actual periodo de programación, Carnero ha pedido la incorporación en el marco 2021-2027 de "criterios objetivos", como la superficie agraria útil, la superficie de zonas con limitaciones naturales por montaña, la Red Natura 2000 y la despoblación, y que se tenga en cuenta además la pérdida de fondos que se ha producido en la gestión del Feader para que "no se pierda ni un euro para el desarrollo rural".

Por otro lado, Carnero ha exigido un mayor protagonismo del sector agrario y agroalimentario en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que presentará España a la Comisión Europea con una petición expresa para que se atiendan las demandas que realizó la Junta de Castilla y León principios de octubre.

"Son fondos europeos que deben de ayudar más al sector agrario y agroalimentario así como al desarrollo de nuestros pueblos y, según el Plan del Gobierno de España esto no aparece reflejado, es más, lo quefigura es testimonial", ha lamentado el consejero castellanoleonés que ha cifrado la asignación específica para el sector en 1.768 millones de euros, el 1,3 por ciento del total de los fondos de resiliencia.

En este sentido, Carnero ha demandado mayor financiación y una distribución por comunidades autónomas que permita atender de forma adecuada los proyectos que necesita este sector. "Estos fondos también deberían reflejar una dotación específica para nuevos regadíos, además de lo destinado para modernizaciones", ha añadido para recordar que Castilla y León dispone de "amplias zonas" con estas características que necesitan avanzar en ejecución.

Respecto a las modernizaciones, Carnero ha recordado que la Junta de Castilla y León trabaja paralelamente con Seiasa por lo que considera que una parte de la financiación también se debería destinar al gasto de la comunidad autónoma en estas infraestructuras, "no sólo a la financiación del Estado".

Finalmente y respecto al debate de 'trílogos", formados por elConsejo de la Unión Europea, el Parlamento y la propia Comisión Europea, ha recordado la importancia de despejar "determinadas cuestiones" que aún no están cerradas, como la arquitectura medioambiental de la nueva PAC.

En este punto, ha pedido que el porcentaje de fondos destinados a los 'ecoesquemas' se sitúe en el nivel más bajo, en el 20 por ciento, el porcentaje que acordó el Consejo, frente al 30 por ciento que ha propuesto el Parlamento, y ha pedido que la agricultura ecológica sea una medida agroambiental del segundo pilar, "como emblema del desarrollo rural", tal y como figura actualmente en los Programas de Desarrollo Rural, asumiendo sus beneficiarios compromisos plurianuales para el desarrollo de estas prácticas.