Existen más de 2.000 variedades de queso en el mundo y, de ellas, más de 200 se elaboran en España. Nuestro país tiene 26 quesos con el distintivo de Denominación de Origen Protegida.
La leche más utilizada para hacer queso es la de vaca. Y dentro de nuestro país, Galicia es la comunidad autónoma con más ganaderías vacunas. Un 40% de las vacas de España son gallegas.
Nos gusta el queso. Nuestra región más quesera (por media de consumo) es Canarias. Le siguen Murcia, Valencia y Asturias. Pero, ¿sabemos comerlos bien? Estado, temperatura, maridaje... ¿Qué bebidas y comidas combinan mejor con los quesos españoles? La Interprofesional Láctea (Inlac) nos da algunas ideas para disfrutar más de nuestros quesos.
Queso con vino
El queso y el vino combinan estupendamente debido a los taninos del vino. A mayor curación, los quesos “piden” vinos más rotundos y gastronómicos, crianzas y reservas, tanto blancos como tintos, aunque también te puedes atrever con los versátiles rosados y con los siempre apropiados “vinos de postre”, como amontillados, de Jerez u otros “vinos dulces”.
Queso con cava o cerveza
El sabor suave a trigo de la cerveza marida con los quesos blandos como los de cabra. El cava y los vinos espumosos ayudan a limpiar la boca y disfrutar de varios tipos de queso durante la misma velada, incluso el manchego, que tradicionalmente se ha vinculado más con los tintos.
Queso con vermú
Hasta el vermut es perfecto para los quesos con personalidad, de sabor fuerte, a la hora del tradicional aperitivo diario. Lo podemos tener en cuenta a la hora de preparar nuestra tabla de quesos.
Queso con té
El té negro, el té puerh o el té oolong son también ricos en taninos y realzan el sabor del queso, de forma similar a lo que ocurre con el vino. La temperatura del té despierta una serie de matices y texturas del queso que solo percibimos al beber una bebida caliente y aromatizada como ésta.
Queso con chocolate
Nos animan a probar esta explosiva mezcla, rallando un poco de chocolate negro encima de una tabla con nuestros quesos preferidos. No sólo será una explosión de sabor en el paladar sino que, además, nos dará toda una carga de energía.
Queso con verduras crudas
Es una combinación de lo más sabrosa, nutritiva y saludable. Una buena selección de verduras crudas cortadas en bastoncillos, como zanahorias, pepinillos o apio, acompañadas de un queso untable o fresco. Las verduras siempre son una apuesta segura, incluso en salteados, fritos o a la plancha.
Queso con salmón ahumado
Salmón y queso son dos productos simbióticos que no faltan en cualquier bar tapas o de pinchos o en un restaurante de altura. En casa, es una de las alternativas más sencillas y saciantes junto a una ensalada. También como entrante en ocasiones muy especiales.
Queso y frutos secos
Los frutos secos son otro de los “clásicos” cuando hablamos de los mejores alimentos para tomar con quesos. Los pistachos, nueces o almendras van muy bien con quesos curados y las castañas con quesos tiernos y el cada vez más en auge “rulo” de cabra. También, alguna fruta deshidratada como pasas, ciruelas u “orejones” de albaricoque.
Y las combinaciones más tradicionales
El queso y el dulce membrillo siempre apuntan a tándem ganador. No hay mejor combinación entre alimentos, que casan en esta ocasión “como un guante”. Como dice el dicho: “Uvas con queso saben a beso”. Uvas, manzanas, higos o fresas maridan magistralmente con tus tablas quesos. Y, especialmente, cuanto más dulces son las frutas, mejor se acomodan a los quesos semicurados o curados.
Finalmente, miel y mermelada. El queso de cabra es todo un regalo para el paladar acompañado de miel o afrutadas mermeladas. El dulzor de la miel y las confituras y el punto salado del queso provocan toda una explosión de tus papilas gustativas.
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