Así lo confirma la última encuesta de consumo de la Cámara de Comercio de Madrid, en la que se revisan los hábitos que han marcado la pauta de las familias a la hora de adquirir alimentos en la última década.

Como era de esperar, en el 66% de los hogares siguen siendo las mujeres las encargas de esta tarea. Sólo en el 7% es el hombre quien actúa en solitario en las trincheras de la alimentación.

‘Gourmets’ o a medias

Del 27% de los hombres que van con su pareja a comprar, el 48% selecciona los productos junto con su mujer, mientras que el 25% se reparte el trabajo a la hora de llenar la cesta para ganar tiempo. Sin embargo, todavía un 9% de los varones que acompañan a sus mujeres al supermercado escogen el papel de gourmet: se encargan de un cupo reducido de productos que requieren selección, como el vino y el queso. El 18% restante se limita a tirar del carro de la compra.

Casi la mitad de las mujeres (43%) que comparten la compra con su cónyuge piensan que los hombres suelen ser más derrochadores que ellas.

Gana la compra semanal

En cuanto a la frecuencia temporal de la compra, vence la semanal frente a la diaria, con o sin sherpa masculino, aunque especialmente eso ocurre cuando la mujer debe trabajar fuera de casa (un 32%). La costumbre de comprar al día lo necesario ha sido desterrada de más de las tres cuartas partes de los hogares, y sólo se mantiene entre los sectores de más edad.

Menos ofertas y más marcas

La tendencia a la hora de comprar alimentos desde 1995 es la de descuidar más el presupuesto, con lo que el factor precio ha bajado más de un 50% su peso. Así, la mitad de los hogares compran lo necesario sin controlar el gasto. Un 14%, en cambio, lo mide hasta el último céntimo. La búsqueda de ofertas o del mejor precio posible ha bajado en el caso de la leche del 21 al 8%, y en los refrescos del 11 al 4%. La importancia del factor marca ha crecido en un 50% en la última década.