La hermandad del Polígono San Pablo está impulsando un importante proyecto, construir una casa de acogida para presos. Todo gracias al empuje del párroco de su iglesia, Pedro Fernández (religioso trinitario), el principal promotor de esta obra.

¿Visita mucho a los presos?

Sí, voy a Sevilla I, Sevilla II, Alcalá y al psiquiátrico una vez por semana. Les preparamos para la libertad, recuperando valores y formas de actuación en sociedad.

¿Cómo es este proyecto?

Es un proyecto de reinserción. Queremos construir una casa de acogida para presos con permisos de 3 a 6 días y para aquellos que salen y no tienen familia ni dónde ir, como los chicos extranjeros.

Serán unas instalaciones nuevas, dentro de la casa-hermandad. Será de planta baja. Tendrá 8 plazas rotarias. Les ofreceremos programas culturales, formación, charlas, excursiones... Lo fundamental es que ellos quieran luchar por su reinserción, reeducarse en valores y recuperar su familia.

¿Cuándo estaría lista?

No lo sabemos porque hay que buscar la financiación entre todos. Están implicadas las hermandades del Cautivo y de La Sed. Esperamos que este año puedan comenzar las obras.

¿Hay mucha demanda?

Sí. De 800 presos que hay en Morón ya tenemos unas 120 peticiones para la casa, sobre todo, chavales de otras provincias.

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