Preocupa que la incidencia de la tuberculosis aumente a causa de la COVID-19

  • A esta delicada situación se suma estos días el desabastecimiento de dos fármacos antituberculosos en España.
Es la vacuna más extendida en todo el planeta, ya que un 89% de los niños de un año de todo el planeta han podido recibirla en 2018.
Es la vacuna más extendida en todo el planeta, ya que un 89% de los niños de un año de todo el planeta han podido recibirla en 2018.
Pixabay/WikiImages
Es la vacuna más extendida en todo el planeta, ya que un 89% de los niños de un año de todo el planeta han podido recibirla en 2018.

La tuberculosis, también conocida en el siglo XVII como 'la plaga blanca', podría aumentar su incidencia, de forma indirecta, a causa de la dedicación casi absoluta que requiere la pandemia de la COVID-19, una preocupación que han expresado públicamente varios expertos en esta enfermedad.

El que fue jefe del Servicio de Epidemiología de la Agencia de Salud Pública de Barcelona hasta el 2017 y actualmente es presidente de la Fundación de la unidad de investigación en tuberculosis de Barcelona, Joan Caylà, ha reclamado la reapertura total del centro de Drassanes, en el distrito de Ciutat Vella, donde se detectan la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas.

Una iniciativa promueve caminatas en el Raval de Barcelona para fomentar la salud y la relación entre vecinos
Una iniciativa promueve caminatas en el Raval de Barcelona para fomentar la salud y la relación entre vecinos
FUNDACIÓ “LA CAIXA”/ FUNDACIÓ TOT RAVAL - Archivo

Los facultativos y enfermeras expertos de este centro, cerca de una cincuentena, fueron trasladados hace un mes al Hospital Vall d'Hebron, del que dependen, para apoyar la lucha contra la COVID-19, y esta semana se ha empezado a reabrir parcialmente el servicio en Ciutat Vella.

Caylà ha considerado que el centro de Drassanes debería abrir "pronto y al 

100%", para hacer cribados de tuberculosis y atender de forma urgente a los recién diagnosticados de ésta enfermedad y de otras de transmisión sexual, como el sida, que también se vigilan en este espacio sanitario.

El centro sanitario está ubicado en el distrito de Ciutat Vella, uno de los más deprimidos de la ciudad de Barcelona a nivel socioeconómico, y en el que un poco más de la mitad de su población -unas 100.000 personas en total- son nacidos fuera de España, principalmente en Asia, Oceanía y centro y sudamérica.

En el distrito de Ciutat Vella de Barcelona, la incidencia de la tuberculosis era, en 2016, de 43,8 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 16,2 del total 
de la ciudad

En este distrito la incidencia de la tuberculosis era, en 2016, de 43,8 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 16,2 en el conjunto de la ciudad.

"Nos preocupa mucho -ha indicado Caylà- que los enfermos se hayan sentido abandonados con el cierre del centro sanitario de Drassanes porque, aunque podían acudir al Hospital Vall d'Hebron, para muchos es complicado", ya que supone cruzar toda la ciudad, de mar a montaña.

Oriol Mitjà

También el infectólogo Oriol Mitjà ha señalado la necesidad de que se reabran centros como el de Drassanes al indicar, en unas recientes declaraciones a los medios, que, "si cierran estos espacios, las enfermedades infecciosas de la comunidad repuntarán".

A esta delicada situación se suma estos días el desabastecimiento de dos fármacos antituberculosos en España, según ha informado el Programa integrado de investigación en tuberculosis de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

"Si cierran estos espacios (de tratamiento de la tuberculosis) las enfermedades infecciosas de la comunidad repuntarán" (Oriol Mitjà, infectólogo)

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa y compleja que requiere varios antibióticos y que tiene una duración mínima de seis meses para que una persona esté curada, si todo va bien y la bacteria causante, la Mycobacteriumm tuberculosis, responde al tratamiento.

Esta bacteria es de lento crecimiento, unos 42 días, lo que significa que hasta que no ha transcurrido ese largo periodo de tiempo no se obtiene la cantidad de bacteria suficiente para poder hacer pruebas que determinen las características de la cepa bacteriana con la que está infectada la persona.

Imagen del pulmón de un enfermo de tuberculosis (Archivo)
Imagen del pulmón de un enfermo de tuberculosis (Archivo)
UAB - Archivo

El año 2018, se detectaron en Cataluña 991 casos de tuberculosis, una cifra que ha bajado lenta pero paulatinamente desde el año 1990, con un descenso anual medio del 6 %, según datos de la Agencia de Salud Pública de Cataluña.

El 63,4 % de los infectados eran hombres y el 36,6 % restante, mujeres, que finalizaron correctamente el tratamiento en un 88,4 % de los casos.

Ese año 2018, en las conclusiones de los expertos que analizaron los datos de control de esta enfermedad en Cataluña consideraron que se había constatado "un parón de la disminución observada entre 2008 y 2016".

"Esto pone de manifiesto la necesidad de aumentar los esfuerzos por mantener el compromiso político y técnico necesario para controlar y eliminar la tuberculosis", se indicaba en el estudio.

Dos años después y tras nueve meses de pandemia activa de la COVID-19, que ha supuesto un terremoto que ha sacudido a toda la sociedad, se desconocen los datos de la evolución de la tuberculosis, una de las primeras causas de mortalidad por enfermedad infecciosa en el mundo. 

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