La primera estimación realizada por el Consorcio de Compensación de Seguros valora en más de 4,3 millones de euros los daños materiales causados por el atentado de ETA del pasado lunes en el Campo de las Naciones de Madrid, según fuentes del organismo.

Durante las investigaciones, los expertos han calculado que la furgoneta-bomba estaba cargada con unos 80 kilos de explosivos.

Los daños evaluados incluyen los dos edificios más afectados por la explosión, más los desperfectos en otros cinco inmuebles y en 52 vehículos que ese día estaban estacionados en las proximidades del número 42 de la calle Ribera del Loira.

La cifra global estimada por parte del Consorcio de Compensación de Seguros, órgano encargado de las indemnizaciones por terrorismo en cuanto a bienes asegurados, se podría ver incrementada cuando terminen los trabajos de peritaje.

Desplazados desde el País Vasco

Según las investigaciones, los terroristas serían parte de un comando que se habría desplazado desde el País Vasco hasta la capital, donde contarían con algún tipo de apoyo.

En concreto, las pesquisas apuntan a que los etarras contaron con la colaboración de uno o varios legales (no fichados por las fuerzas de seguridad), que suministran de información a la banda y que podrían haber alquilado un piso de seguridad o un garaje donde esconder y "montar" los explosivos.

Pero los investigadores tampoco descartan que, en vez de un garaje, estos colaboradores hubieran optado por el sistema tradicional utilizado por la organización terrorista para ocultar explosivos, armas y munición: un zulo, que podrían ocultar en la sierra de Madrid.