En concreto, según han informado desde la Subdelegación en un comunicado, en el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 30 noviembre de este año, de los 566 accidentes con víctimas que se han producido, en 50 de ellos aparece el alcohol o las drogas como causa del accidente.

Así, los 50 accidentes con víctimas registrados debidos al consumo de alcohol o drogas arrojan un resultado de ningún fallecido, ocho personas heridas hospitalizadas y 75 no hospitalizadas. La edad media de las víctimas en estos accidentes es de 30 años en los hospitalizados y de 36 en los no hospitalizados.

Con respecto a la implicación de las víctimas o posición, el 62,67 por ciento de los heridos no hospitalizados eran los conductores y del total de víctimas un 37,5 por ciento de las personas que fueron ingresadas no hacían uso de elementos de seguridad en el momento de producirse el accidente.

La campaña puesta en marcha por la DGT cuenta con el apoyo y la colaboración de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y las distintas policías locales de los ayuntamientos colaboradores.

En la campaña del pasado año 2019 realizada entre los días 9 y 15 de diciembre, se realizaron en Málaga un total de 6.233 controles en vías interurbanas y 1.730 controles en vías urbanas, arrojando un total de 174 pruebas positivas.

En carreteras interurbanas, se realizaron un total de 6.175 pruebas de alcohol y 58 pruebas de drogas, arrojando un total de 86 alcoholemias positivas y 38 positivos en drogas. Esto representa un 1,39 por ciento de alcoholemias y un 65,52 por ciento de positivos en drogas.

En el ámbito urbano, el total de controles realizados fue de 1.681 pruebas de alcohol y 49 pruebas de drogas, de los que 43 fueron denunciados (2,56 por ciento) por alcoholemia positiva y siete (14,29%) por conducir bajo la influencia de las drogas.

Destaca que en la campaña anterior, "el resultado de los controles de alcoholemia arrojaran unas cifras muy bajas de alcoholemias positivas, sin embargo los positivos en controles sobre drogas fueran significativamente mayores". Por eso, han recordado que "al igual que ha calado en la sociedad en general lo incompatible que resulta conducir bajo los efectos del alcohol, que también lo sea la incompatibilidad de conducir bajo los efectos de las drogas de cualquier tipo y clase".

En este sentido, las labores de concienciación, educación y refuerzo de la vigilancia "son fundamentales para hacer que la sociedad incorpore en su subconsciente colectivo, que el consumo de cualquier sustancia que nos merme nuestra capacidad de conducir, nos convierte en peligros potenciales al volante".