El buen tiempo se va acercando cada vez más y las actividades de ocio miran a lugares abiertos, sobre todo si el día es soleado. Si tienen la suerte de disponer de una mañana o una tarde libre y, al ser lunes, las actividades en la ciudad son limitadas, una buena opción para pasar momentos tranquilos es el Parque Natural de la Albufera .

Un mágico lugar cuyos atardeceres nada tienen que envidiar a otros lugares, principalmente si se tiene la suerte de acudir cuando los arrozales han sido regados, ya que el cielo se funde con la tierra; un especial momento, sobre todo para los apasionados a la fotografía.

Una amplia oferta turística

La oferta de ocio del parque es cada año más amplia. Desde los paseos con Rosa, la primera barquera profesional, hasta los organizados por Tonet, que también ofrece la posibilidad de conocer mejor el interior de una tradicional barraca, o las técnicas de pesca.

También pueden realizarse visitas guiadas por las dunas, playas, compuertas. Además, está el Mirador de la Gola del Pujol, el más céntrico de todos los embarcaderos, desde el cual puede divisarse todo el lago del parque. Hace cuatro años que fue rehabilitado y ofrece las mejores vistas, así como paseos en barca de unos 40 minutos alrededor de la Reserva de la Mata del Fang. Además, en el parque también

Asimismo, en la Escuela de naturaleza La Madalleta, donde los más pequeños pueden conocer de cerca los diferentes ecosistemas de la playa, dunas, mallada, albufera y el marjal. Este año los amantes de la naturaleza están de suerte, porque según el censo realizado por la Oficina Técnica del Parque Natural, este invierno han recalado en el parque 116.539 aves.

Un lugar lleno de posibilidades a tan sólo 15 minutos de Valencia.

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