Escocia promueve el uso de whisky en la cocina para competir con el vino y la cerveza

  • El whisky en Escocia da empleo a 41.000 personas.
  • Pretenden introducirlo en la comida y no sólo para la sobremesa.
  • En 2007, España importó 118 millones de botellas de whisky escocés.
Destilería de whisky en Escocia.
Destilería de whisky en Escocia.
Destilería de whisky en Escocia.

El uso del whisky como bebida con la que cocinar carne, pescado o incluso con la que preparar sopas y postres está siendo promovida desde Escocia para popularizar su implantación en los fogones y conseguir así el "estatus" alcanzado por otras bebidas en el ámbito culinario como el vino o la cerveza.

La importancia de la industria del whisky en Escocia, donde emplea de forma directa o indirecta a 41.000 personas, ha llevado al sector a iniciar una campaña para fomentar su uso gastronómico.  Sheila McConachie, chef del restaurante Craggan Mil, en Morayshire (Escocia), afirma que en su restaurante son pioneros en el uso de esta bebida como pilar fundamental en el que se sustentan sus platos, una opción que también es vanguardista en su país.

Nadie sabía qué se podía hacer esto, no forma parte de la tradición escocesa

"Nadie sabía qué se podía hacer esto, no forma parte de la tradición escocesa. Empezamos a experimentar con el whisky para preparar varios productos y descubrimos que puede ser muy interesante", resalta McConachie.

Escocia suele estar más atrasado que otros países en materia gastronómica, pese a tener "una comida maravillosa y un whisky genial", admite McConachie. Una sopa caliente cocinada con whisky Glenfarclas de 15 años, un pastel de pescado preparado con un Talisker de 10 años, un poco de cerdo con salsa de manzana y con Cragganmore de 12 años o incluso un pequeño postre de chocolate elaborado con whisky Glen Moray de 15 años, son algunos de los platos que elabora McConachie.

En su opinión, "está demostrado que si bebes un vaso de whisky en vez de varios vasos de vino reduces la cantidad de alcohol que ingieres, por lo que es más saludable". De hecho, su marido, Graham Harvey, hace las funciones de "sumiller" en el restaurante que los dos regentan en Escocia, recomendando un tipo de whisky u otro "en función no necesariamente de la comida, como ocurre con el vino, sino sobre todo de la forma en que se ha cocinado el producto".

España se situó así en la tercera posición entre los países que mayor número de botellas de whisky escocés consumieron en 2007, sólo superada por Francia y EEUU.  Además, las destilerías de Escocia atrajeron más de 1,2 millones de visitantes también en 2007, generando uno ingresos de unos 24 millones de euros, aproximadamente.

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