La crisis económica ya se deja sentir no sólo en las grandes compras, como una casa o un coche, sino también en las pequeñas, en esas deudas que las familias asumen para adquirir un televisor, un ordenador o un dormitorio.
Los reveses financieros que los gallegos han vivido en los últimos meses se traducen en un importante crecimiento de los impagos: el importe que se dejó sin pagar el año pasado superó los 950 millones de euros, un 114,6% más que en 2007.
Así lo refleja el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el balance de efectos de comercio impagados, es decir, los créditos para compras a plazos. Esta forma de pago está a la orden del día, pero como suele alargarse durante muchos meses o incluso varios años, la situación económica de una familia en este tiempo puede variar notablemente.
Es el caso de los gallegos que dejaron más de 270.000 compras con plazos sin pagar y una deuda media no satisfecha de 3.475 euros.
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