Modesto González ha anunciado que va a "luchar contra este nuevo agravio, aunando las fuerzas de municipios, asociaciones, organizaciones, instituciones y plataformas civiles que estén de acuerdo con el proyecto, ya licitado y adjudicado, del túnel, -cuyas obras están suspendidas desde 2012-, y mostrar al Gobierno el rechazo a sus nuevos planes, que suponen una bofetada en toda regla a los sevillanos y a los andaluces".

Del mismo modo, mientras el citado estudio de alternativas abarcará cuatro trazados para un posible puente de unos 6,5 kilómetros de longitud y 55 metros de altura, el alcalde de Coria considera que una infraestructura así sería "una auténtica aberración para el Bajo Guadalquivir y, especialmente, para Coria del Río, cuyas viviendas quedarían a escasos 200 metros de la infraestructura".

INVOCA LOS "COMPROMISOS ADQUIRIDOS

Modesto González hace así un llamamiento a ciudadanos, entidades e instituciones "para que no abandonen la lucha del paso subterráneo de esta carretera, ni se plieguen a los planteamientos gubernamentales, que sólo pretenden seguir sin hacer frente a los compromisos adquiridos".

Días antes, el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transporte, Sergio Vázquez; la delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García; y del director general de Carreteras, Javier Herrero, celebraban una rueda de prensa monográfica sobre este asunto.

En dicha comparecencia, groso modo, Herrero admitía los "25 años" de gestiones y trámites que acumula el proyecto de la autovía metropolitana SE-40, que actualmente cuenta con 38 kilómetros en servicio de los más de 77 del trazado planeado, exponiendo que los últimos estudios respecto a los túneles, cuya construcción fue "paralizada en 2012" poco después de haber comenzado las obras, habrían revelado que el grado de "importante impermeabilidad" en principio previsto en el terreno no es tal y "el suelo no se comporta según lo previsto", lo que obliga a una modificación "radical" de las actuaciones.

LA COMPARACIÓN DE HERRERO

En ese contexto, Herrero reiteraba que un proyecto de puente es "infinitamente más fácil" de acometer que uno correspondiente a un túnel, requiere menos tiempo y resulta más económico, asegurando que en términos generales "la solución del túnel" es elegida "cuando no existe otra" opción.

A continuación, anunciaba la decisión de licitar la redacción de un nuevo estudio informativo o "anteproyecto de soluciones" que contemple para el proyecto un nuevo diseño de túneles "más largos", de unos cinco kilómetros en vez de 2,7 para superar la zona de "expansión" del río; así como también "cuatro alternativas" de trazado para un posible puente de una longitud de hasta 6,5 kilómetros, un procedimiento que requerirá una tramitación y trabajo técnico de unos dos años y medio, para después "decidir cuál es la mejor solución", según sus palabras.