Diálogos al otro lado del espejo

Un hombre y su reverso. Dos fotógrafos. Generaciones distintas, visiones artísticas dispares y personalidades antagónicas unidas por una enorme amistad. Por fin Alberto García-Alix y Nicolás Combarro hablan el uno del otro, sin concesiones. No hay normas al otro lado del espejo.
García-Alix y Combarro, frente a un espejo
García-Alix y Combarro, frente a un espejo
Alberto García-Alix y Nicolás Combarro
García-Alix y Combarro, frente a un espejo

¿Quién quiere un clon cuando puede tener un amigo? Adiós al impulso narcisista de buscarse a uno mismo en todas partes. Alberto García-Alix (León, 1956) es Premio Nacional de Fotografía, y Nicolás Combarro (A Coruña, 1979), un reconocido valor joven. Son prácticamente opuestos, pero totalmente complementarios. Blanco y negro frente a color, retrato frente a paisaje inerte, realidad cruda frente a intervención. Dos filosofías encontradas. Ahora eligen y comentan una obra del otro, y se definen mutuamente a través de esta entrevista.

 

Nicolás Combarro: Nos conocimos en Santiago de Compostela, rodeados de muertos...

 

Alberto García-Alix: En el país de las meigas, y yo no creo en ellas, pero... Comenzamos a conocernos paseando por un viejo cementerio. Recuerdo que lindaba con un centro de arte.

 

Nicolás: Somos una antítesis y un reflejo. Ambas cosas. Los resultados son muy distintos; nuestros procesos, en cierto modo, similares.

 

Alberto: Antítesis total. Síntesis verdadera. Reflejo. Ilusiones ópticas... ¿De qué estamos hablando?

 

Nicolás: ¿Relación paterno-filial? La edad no tiene ninguna importancia, pero sí la experiencia... Es inevitable.

 

Alberto: Las copas las pago yo; en general, los vicios van a mi cuenta... Es un amigo muy asceta. Más viejo que yo y más serio, me aconseja bien.

 

Nicolás: Un defecto de Alberto... el caos como forma de vida.

 

Alberto: Es cabezón y obstinado, cuesta convencerle.   

 

Nicolás: Creo que la mayoría de la gente no tiene ni idea de cómo es Alberto de verdad. El que mejor se conoce es él mismo, aunque se haga el despistado o se dedique a despistar. 

 

Alberto: Fíjate si le conozco, que le preveo un futuro de ermitaño. Es un tío grande. Groso, muy groso...

 

Nicolás: Creo que Alberto ha elegido la fotografía como medio de expresión por supervivencia, pero no económica, vital. Es su salvavidas...

 

Alberto: Músico en una fanfarria, la fotografía es su trombón de varas. Nicolás es un elegido...

 

Nicolás: Lo que más me gusta de su fotografía es que se apropia de ella. Es su fotografía. Alberto busca su verdad, lo que no se puede explicar con las palabras.

 

Alberto: Lo que me gusta de sus fotografías es que tiemblan en esa realidad desposeída que se muestra. Nicolás necesita de lo conceptual para tocar con sus manos la materia.

 

Nicolás: En el estilo de Alberto ha influido todo y nada. Gene Vincent, Céline, Napoleón y el vecino del cuarto...

 

Alberto: No sé quién ha influenciado a Nicolás, nunca habla de eso; pero sé que todo lo vivido y asimilado por él, y también lo que ha soñado, son los ladrillos de su carácter...

 

Nicolás: Alberto hubiera tenido talento para cualquier cosa que le permitiese vivir al límite.

 

Alberto: No sé por qué rehúsa considerarse artista o fotógrafo... Se sabrá titiritero... 

 

Nicolás: Alberto se teme a sí mismo.

 

Alberto: Nicolás tiene miedo a mis cambios de humor.

 

Nicolás: Nunca le oirás hablando de cualquier cosa demasiado pegada a la realidad.

 

Alberto: Es un hombre parco en palabras, muy encerrado en sí mismo, con una gran ética y muy juicioso. Nunca le oigo hablar maldades de los demás.

 

Nicolás: Es difícil encontrarlo en sus exposiciones...

 

Alberto: Es casi imposible encontrarlo descompuesto en un cuarto de baño, y de putas tampoco le gusta ir... Las discotecas le aburren, y detesta cualquier violencia.

 

Nicolás: Es fácil encontrar a Alberto encima de una moto.

 

Alberto: Es fácil encontrar a Nicolás en mi casa y merendando. 

 

Nicolás: Hay una relación maestro-alumno entre nosotros, pero no técnica, sino humana.

 

Alberto: Me da cada colleja... «Cabezón», me dice. Yo también le puteo lo suyo.

 

Nicolás: De él he aprendido a ser menos rígido, más tolerante, a perderle el miedo a hacer lo que sea, a observar el miedo y sacarle partido...

 

Alberto: Con Nicolás he aprendido de todo... A ser más sincero conmigo mismo. Su ayuda es inestimable. Un día me dijo que ayudándome a mí, le ayudaba a él... ¡Oído cocina!

 

Nicolás: Seguramente no se verá a simple vista, pero mi mirada se ha formado con él...

 

Alberto: Son seis años trabajando juntos y mil noches compartidas en diferentes delirios. Juntos hemos superado etapas. En mi fotografía no creo que haya nada de Nicolás, como no hay nada mío en la suya, pero hay mucho de común en nuestros corazones.

 

Nicolás: La exposición en el Museo Reina Sofía es la más sincera y la más difícil. Un proceso que nos ha cambiado como individuos...

 

Alberto: Como comisario de la exposición, me ha aportado seriedad, confianza. Él conoce mi obra y a su monstruo mejor que nadie.

 

Nicolás: La productora No Hay Penas surgió en París como una base para producir proyectos más ambiciosos que sirviesen de trampolín a otros creadores.

 

Alberto: Pero se concretó en Madrid. Le invité a pipas y le dije: «Alístate en la Marina...». Ése fue mi cheque en blanco.

 

Nicolás: Los dos somos bastante complicaditos... Cuando trabajas con alguien de esta forma tan intensa, hay un 50% de trabajo y un 50% de conocer al otro.

 

Alberto: Es muy exigente, hermético y un tanto dictador. Pero nos entendemos bien. 

 

Nicolás: Es extremadamente intenso, hasta rayar en la locura. Me atrae ese límite sobre el que hace equilibrio... Yo soy más controlador.

 

Alberto: Es brillante y el mejor compañero posible; y lo más importante, sólo él puede poner orden en mi caos.

La exposición De donde no se vuelve puede visitarse en el Museo Nacional Reina Sofía (Madrid) hasta el próximo 16 de febrero. Incluye fotografías de Alberto García-Alix (realizadas entre 1976 y 2008) y un vídeo de producción reciente.

 

www.museoreinasofia.es 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento