El desmaquillante es un paso fundamental en nuestra rutina de noche. La limpieza es imprescindible, y desmaquillarnos nos ayuda a eliminar los restos del maquillaje, sino también la suciedad, el sudor y el sebo que se ha ido acumulando a lo largo del día.

Actualmente tenemos una amplia variedad de productos que hacen desaparecer el maquillaje, como el desmaquillante bifásico, el agua micelar, leche limpiadora, toallitas desmaquillantes o los bálsamos o aceites limpiadores. Aunque cada uno tiene sus pros y contras, hay uno que no puede faltar: el desmaquillante en aceite.

Si vivimos en la ciudad, es la mejor opción que podemos escoger. Los entornos urbanos son los lugares que más suciedad tienen en el ambiente, en concreto la contaminación, que como sabemos es una de las cosas que más estropean y envejecen la piel.  Para retirar la polución no hay nada mejor que el aceite, ya que este es el único capaz de arrastrar estas partículas de manera eficaz.

Su textura y efectividad hacen de los aceites desmaquillantes los más suaves con nuestra piel, eliminando cualquier impureza sin dañarla. En el caso de tener una piel sensible, esta es una de las mejores opciones ya que no alteran la barrera cutánea. 

A diferencia de otros, son capaces de eliminar todo tipo de maquillaje, desde lo waterproof  hasta los de larga duración. La formulación en base oleosa de este tipo de cosméticos hace que por afinidad se eliminen muy fácilmente con los desmaquillantes en aceite.

Gracias a que limpia el poro en profundidad y no solo la superficie, es perfecto para las pieles con tendencia grasa. También, al dejar intacta la barrera cutánea y no resecar la piel, mantiene su hidratación y evita la sobreproducción de sebo, dejando la piel más equilibrada.

El desmaquillante en aceite es el primer paso de la doble limpieza coreana, y nos ayuda a eliminar el grueso de la suciedad. Para retirar el aceite correctamente es necesario un limpiador en base acuosa, que además también nos ayudará a terminar de limpiar por completo la piel, manteniéndola más joven, jugosa, bonita y sana.