Ayer competían las miniseries sobre el golpe de estado del 23-F de La 1 y Antena 3 y la cadena pública volvió a erigirse como el lugar común para los contenidos importantes y de interés general. El primer capítulo de 23F: El día más difícil del Rey, hacía un repaso histórico de los acontecimientos del levantamiento militar, y de paso, hizo su propia historia.

El primer episodio recaudó ayer el 31,5% de cuota de pantalla y 6.491.000 espectadores, convirtiéndose en la miniserie más vista de la historia de nuestra televisión, y en el mejor estreno del año en todas las cadenas de televisión. En el minuto de oro, a las 22.50 horas, casi 8 millones de espectadores estaban pendientes de esta miniserie histórica y más de 12,2 millones vieron en algún momento esta producción.

El resto de opciones se vieron perjudicadas por la fuerza de La 1, pero la opción que más notó el golpe fue 23F: Historia de una traición, la versión de los acontecimientos que hizo Antena 3, y que ayer emitía su segundo episodio. La trama de amor y odio de la privada se quedó con un 7,6% de cuota y 1.541.000 espectadores, frente al primer capítulo, que obtuvo un 14,3% y 2.833.000 televidentes.

Aída, la comedia de Telecinco, también flaqueó ante el estreno de La 1, y sólo reunió un 19,7% de la cuota y 2.709.000 espectadores, perdiendo casi cuatro puntos de cuota y dos millones de espectadores.

Por detrás, y como tercera opción, se situó House, en Cuatro, con un 12,9% de share y 2.697.000 televidentes pendientes del sarcástico médico. La Sexta, por su parte, tuvo una mala noche y el partido de fútbol entre Brasil e Italia sólo llegó al 5,9% de la cuota y 1.110.000 espectadores, cifra que cayó aún más con la Gala de los premios TP de Oro, hasta el 4,2% y 567.000 televidentes.

La 2 tuvo un prime time positivo con el documental San Quintín, otro mundo tras la rejas, que emitía Documentos TV y que siguieron 4,5% y 772.000 televidentes.