Dicen además que lo hace una vez más, sin atender las alegaciones que presentaron desde la Coordinadora Ecologista y los vecinos de la zona a "este nuevo mega proyecto minero".

"Sorprendentemente los ayuntamiento afectados no alegaron a pesar del impacto que conlleva estas explotaciones para el entorno", indica el colectivo que recuerda que "cuando se inició este proyecto minero en el año 2014, se intentó engañar a los vecinos con la disculpa de recuperar las minas de wolframio en Boal, pero al final se demuestra lo que habíamos denunciado, que lo que buscan es el oro y los otros metales asociados, no otra cosa".

Inciden además en que la minería de oro asturiana precisa de grandes movimientos de mineral para conseguir gramos por tonelada en el mejor de los casos, por lo que se generan importante movimientos de tierras y numerosos residuos, al utilizarse sustancias muy contaminantes para concentrar los metales -en el Belmonte se usan cianuros-.

"Estos procesos como sabemos son muy contaminantes para el agua y suelo, creando hipotecas para decenas de años de los residuos que suponen los lodos cianurados y el arsénico para el suelo y las aguas", añaden.

Recuerdan los ecologistas que ahora mismo hay vigente 26 proyectos en busca de oro que afectan a una superficie de más de 750 millones de metros cuadrados afectando a números concejos asturianos (Lena, Morcin, Quiros, Riosa, Proaza, Tineo, Allande, Cangas Narcea, ibias, Belmonte, Valdés, Castropol, Boal, Illano, Franco, Tapia).