Estas nueve personas han llegado a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, por lo que han visto sensiblemente rebajada la pena que se les pedía. En concreto, el fiscal solicitaba 103 años de cárcel y multas por valor de 7,7 millones por supuestos delitos contra la salud pública por tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal.

Durante el juicio, celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, han retirado la acusación a una de las supuestas integrantes de la red de distribución de drogas en Mallorca.

Además, el procesado acusado de ser el encargado de la red de distribución de droga no ha aceptado el acuerdo con el fiscal tras asegurar que "es inocente".

El hombre se enfrenta a una petición de ocho años de prisión y una multa de 700.000 euros por delitos contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal. La Fiscalía lo señala como el cabecilla de la red, que se ocupaba del aprovisionamiento de la droga, principalmente cocaína procedente de la Península.

Según el fiscal, a través de diversos contactos, conseguía introducir la droga en la Isla camuflada en el interior de los coches para no ser descubiertos. Para ello, contrataba a otras personas que se encargaban de transportarla hasta la Isla y distribuirla a cambio de participar en los beneficios.

Durante el juicio, el abogado de la defensa del cabecilla de la organización criminal ha señalado que ha habido vulnerabilidad de los derechos fundamentales con las intervenciones telefónicas de la investigación judicial y, por ello, ha pedido su nulidad.

Por su parte, el instructor que empezó la investigación ha desgranado por qué se produjo la misma y cómo se desarrolló. En concreto, ha señalado un bar del barrio Pere Garau como "la oficina" de los principales cabecillas de la banda de narcotráfico.

La presunta red de distribución de drogas en Mallorca estuvo operativa desde 2016 hasta 2017, cuando fue desmantelada y los acusados detenidos por la Guardia Civil. Varios de los procesados, entre los que hay cuatro con antecedentes penales, han reconocido ser consumidores de droga.