Sergi López (Vilanova i la Geltrú, 1965) no ha gozado de un gran reconocimiento en España hasta el estreno de El laberinto del fauno. Pero en Francia ya goza de una categoría de estrella consolidada desde hace varios años. El intérprete pasea estos días por la Berlinale con el mismo aire campechano de Paco, el trabajador español que interpreta en Ricky, una película de François Ozon en la que una familia asiste atónita a las peculiaridades físicas de un recién nacido.

¿Le llamó la atención el guión cuando se encontró con la sorpresa de la película?

Si, lo leí antes de rodar la película y de hecho estaba en estado de shock con el momento en el que se descubre el secreto de Ricky. Cuando llegue a ese punto me dije: "Qué! Qué hago! Me sentía como el espectador, no sabía si lo que leía era una mierda, era estupido... o era muy profundo.

¿Y cuál es la valoración qué hace de la película?

Tuve que pararme a pensar un buen rato al acabar de verla. Al final entendí que el lenguaje del filme se parecía mucho al propio Ozon Es una historia muy irónica. Cuando te cuenta una historia sabes que algo más va a pasar. Cuando en el primer plano ves a una mujer preocupada ya sabes que la trama no gira sólo alrededor de ella.

¿Habló con el director para aclarar qué quería reflejar con Ricky?

No mucho. Los temas se podían ver mientras rodábamos y al final del rodaje. Mientras rodábamos Ozon nos pidió que nos atuviéramos a un cierto tipo de realismo. Teníamos unos límites para interpretar a los personajes dentro de un cierto realismo.

¿Le preguntó acerca de las motivaciones de su personaje para abandona a la familia a mitad del metraje para volver con ellos?

Cuando hablé con François de la ambigüedad del personaje, si volvía por buenas o malas razones, se rió de forma irónica. Ríe mucho. Le gusta que el público no sepa qué está viendo realmente. Y también le encanta mezclar géneros en una sola película, mantener a la audiencia expectante, sin saber que está pasando.

Cuando se hace pública la extraordinaria naturaleza de Ricky, los medios persiguen a la familia sin preocuparse de sus sentimientos. ¿Es un toque de atención por parte del director?

Es verdad que en la sociedad contemporánea los medios juegan un papel muy importante. Pero creo que es una película llena de pistas falsas para atrapar al espectador.

¿Cuál es la verdadera intención del realizador?

Habla mucho de las diferencias y de cómo es la vida cuando eres diferente dentro de una familia normal en la sociedad contemporánea. La familia es un tema sobre el que gira la cinta. Primero hay dos personajes (la madre y su hija) que no tienen un sitio, luego llega un español (Sergi López) que está un poco desplazado, y por último aparece Ricky, que tampoco tiene mucho sitio. Y los cuatro tienen que arreglárselas para vivir juntos.

¿Hizo la peli porque Ozon estaba detrás del proyecto?

Si que es importante que estuviera Ozon detrás. Pero no lo hice porque la peli fuera suya. Pero cuando lei la historia me capto su tema poco convencional. Estoy muy inclinado a guiones poco convencionales en los que no puedes saber lo que va a pasar. No es como la tipica comedia en la que sabes lo que va a pasar. Es muy eficiente pero sabes como va a acabar. Se encuentran, se besan y final feliz! Risas Y que Oon estuviera es una garantia de que es un filme de autor y que va a tener un lenguaje cinematografico de calidad, es un seguro.

¿A qué se debe su éxito en Francia?

Las cosas me van muy bien y es algo lógico. Allí he hecho más películas y, por lo tanto, más éxitos de taquilla. La gente me conoce más y me proponen más cosas. También es cierto que Francia tiene una industria con más producciones al año, y es algo lógico que me propongan más trabajo.

¿No cambiaría ese éxito para ser más conocido en España?

Las cosas me van demasiado bien como para cambiarlas. ¿Me gustaría trabajar más en España? Sí, pero a la vez no me gustaría trabajar menos en Francia. Con El laberinto del fauno soy más conocido en España, y no me quejo. No tengo ningún complejo con este tema. Si de esto es de lo que me puedo quejar... ¡Ojalá me pudiera quejar de esto toda la vida!