La situación de incertidumbre que se vive actualmente provocada por la crisis económica puede provocar serios problemas de preocupación y estrés. El miedo a ser uno más en la cola del paro o a no poder pagar la hipoteca genera un cuadro de ansiedad que puede acelerar los procesos de caída del cabello en personas que ya de por sí tienen tendencia a la misma.
El estrés, la depresión, el insomnio y la ansiedad repercuten en la calidad de la piel y y el cabello. “Ante procesos de estrés se pueden producir efluvios (caída temporal del cabello), proceso que termina cuando logramos eliminar ese estrés, pero mientras siempre será bueno cuidar al máximo el cuero cabelludo” apunta Marisa Oliver, responsable de comunicación de Creaciones Capilares Maykel . “También es muy común que se produzca un proceso descamativo, algo de fácil solución si se aplican los productos adecuados”.
En su centro, el aumento de las consultas por problemas capilares es de más de un 30% en comparación con las que actualmente reciben, aunque esto no va acompañado con un aumento en los tratamientos porque, según advierte, "la gente mira más sus gastos y muchos no pueden permitirse uno más y prefieren esperar".
Aunque algunos dermatólogos no terminan de relacionar el estrés con pérdida del cabello, lo cierto es que existen estudios que sí que lo han hecho. Así, según un estudio presentado en la Universidad de Lübeck (Alemania), las reacciones hormonales producto de las situaciones de estrés contribuyen a la calvicie. La mayor concentración de hormonas como testosterona e hidrocortisol, cuyos niveles se disparan en situaciones de estrés, afecta las raíces capilares.
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