El Partido Kadima (centrista) se ha hecho con una exigua victoria en las elecciones generales que se celebraron este martes, en Israel, al obtener 28 de los 120 escaños del Parlamento, sólo uno más que el Likud (derecha), tras haber sido escrutados el 99,5% de los votos, informaron fuentes electorales.

El 0,5% de los sufragios restante corresponde a los votos emitidos por los miembros del Ejército y por los componentes del Cuerpo Diplomático en el exterior.

El resultado del recuento de estos votos se conocerá en las próximas 48 horas, y debido al pequeño margen de diferencia con el Likud, que obtuvo 27 diputados, podría variar la composición del arco parlamentario y quedar empatados los dos primeros partidos.

Gobierno de unidad

La dirigente de Kadima y ministra de Exteriores, Tzipi Livni, pidió a su rival, el líder del Likud, Benjamín Netanyahu, formar un gobierno de unidad nacional bajo su dirección.

"Te ofrecí antes de fijar estas elecciones unirte a un gobierno de unidad nacional bajo mi dirección para afrontar los problemas que tiene Israel, y lo rechazaste. Hoy el pueblo ha elegido Kadima", dijo Livni.

Sube la ultraderecha

Desde hacía semanas se esperaba que, en unas elecciones tan ajustadas, la ultraderecha jugara un papel importante como partido bisagra. El ultraderechista partido Israel Betenu ha obtenido 15 escaños (lo que suponía el 13,1%, con un 40% del recuento). El Partido Laborista (socialdemócrata) ha conseguido 13 escaños y el ultraortodoxo Shas, 11.

Así las cosas, Livni lo tendrá muy complicado, ya que el bloque formado por la derecha (la derecha tradicional y la ultraderecha laica, los representantes de los colonos, los ultraortodoxos religiosos) es mayoritario, y son necesarios 61 diputados para formar Gobierno.

Elecciones anticipadas

Unos 5,2 millones de israelíes estaban convocados a estas elecciones generales anticipadas, de las que saldrá ahora composición del Parlamento (Kneset). A los comicios han concurrido 34 formaciones entre las que se elegirán los 120 diputados de la Kneset.

La jornada fue no laborable en Israel. La Administración brindó transporte gratuito a los votantes que se encontraban fuera de su circunscripción y tomó medidas especiales para que el personal militar y los israelíes en misión oficial en el exterior pudiesen votar.

Los comicios generales, que deberían celebrarse cada cuatro años, tuvieron que ser adelantados tras la dimisión del actual primer ministro, Ehud Olmert, por sospechas de corrupción, y la imposibilidad de Livni, su sustituta al frente de Kadima, de mantener la coalición gubernamental.

Los resultados oficiales se harán públicos el próximo 18 de febrero y la nueva Kneset entrará en funciones el 2 de marzo. El presidente del Estado mantendrá entonces consultas con los distintos partidos y deberá asignar la tarea de formar gobierno al candidato en mejor posición para consolidar una mayoría de 61 diputados, tarea para la que el elegido tendrá 28 días que podrán ampliarse otras dos semanas.