El último Deluxe emitido por Telecinco tomó el relevo de la tercera entrega de Cantora: la herencia envenenada. El programa se centró en el característico fenómeno fan que envuelve a Isabel Pantoja en un polígrafo triple entre antiguos fans de la tonadillera: Las Mellis y Paco, quien ya desveló algunos datos este viernes en el programa presentado por Jorge Javier Vázquez. 

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Ya en su momento echaron a Paco del club de fans Buenasuerte de la Pantoja por filtrar información. Una de las anécdotas que entre el polígrafo, Las Mellis (Raquel y Bibi) y él confirmaron fue que los propios fans pintaron en una ocasión algunas habitaciones que Isabel Pantoja necesitaba arreglar en una de sus propiedades. 

Según parece, entre la cantante y su hermano Agustín hacían llegar a sus seguidores las necesidades que tenían. También tuvieron que poner dinero, en otra ocasión, para arreglar la piscina en la que los Pantoja solían hacer fiestas con los fans.

En esas fiestas, habitualmente los cumpleaños de Isabel Pantoja, la distancia a la que los seguidores estuvieran de ella dependía del dinero que estuvieran dispuestos a pagar. Isabel solía cocinar para ellos, por las noches iban personalidades como Falete y tenían que pagar 200 euros por entrar.

Las Mellis también contaron que, en una ocasión, le regalaron a Doña Ana un sofá que quería, uno de masajes que ofertaba Galería del Coleccionista que, finalmente, nunca usó. También le regalaron una bicicleta estática a Kiko Rivera, aunque este no la quiso y terminaron por quedársela las propias Mellis.

Liderados por la fan más célebre, Celeste Rodríguez, los fans tuvieron que hacerle una compra valorada en 1.000 euros en el supermercado; y esa misma cantidad invirtieron, por ejemplo, en comprarle pijamas, bragas y calcetines para su entrada en la cárcel.

Pero antes, y para evitar entrar en prisión, los fans contaron que Isabel Pantoja llegó a pedir a dos de sus seguidores que hipotecaran sus casas para pagar la fianza. Además, los habitantes de Cantora les exigieron a sus fans que llamaran a ciertos contactos importantes para conseguir ese dinero. Belén Esteban dijo que tanto ella como Jorge Javier Vázquez estaban entre esos contactos, pero no fueron los únicos. 

María del Monte también estaba entre ellos, y pidió que "llamara ella misma", en referencia a Isabel. Ya en prisión, los admiradores de la cantante tuvieron que correr con los gastos de una mensualidad para el economato del lugar. A los seguidores también se les pidió que colaboraran económicamente en el bautizo del hijo de Isa Pantoja y con las mudanzas de su madre. De hecho, una pareja llegó a poner 90.000 euros que nunca les fueron devueltos para sacar a la tonadillera del calabozo.